Vista de esmoquin a George Clooney y se hará millonario

La realidad es tozuda. Brad Pitt ha pasado los últimos años de su vida profesional pretendiendo redimir la imagen de hombre sexy que le catapultó a la fama en Thelma y Louise. El último intento lleva fecha de septiembre, cuando él y Angelina Jolie participaron en la Iniciativa Global Clinton y anunciaron su compromiso económico con la educación de un millón de niños pobres y con la construcción de 150 viviendas ecológicas en Nueva Orleans tras su derrota frente al huracán Katrina.

Sin embargo, no es el compromiso lo que el gran público admira de Pitt y Jolie. O tal vez sí. Quizá sea esa mezcla ambigua entre solidaridad y lujo, tan del gusto del Hollywood posmoderno, lo que a todos fascina y lo que convierte a la pareja de moda en embajadores perfectos de la sofisticación, como desvela una macroencuesta realizada a consumidores de todo el mundo (42 países) por la consultora ACNielsen. Aviso para anunciantes: sus nombres aliados a cualquier marca dan a ésta la tonalidad del lujo y son ganancia segura para el fabricante.

También Kidman, Depp, Bechkam, Julia Roberts o Pe venden glamour y sus cuerpos encarnan para el imaginario colectivo la viva imagen del deseo, pero sólo el inefable Clooney hace sombra a los novios más poderosos de Hollywood. Es el galán perfecto y el vendedor pluscuamperfecto. En sus manos, un perfume, un reloj o un Martini duplican, triplican y hasta quintuplican sus ventas. Clooney vestido de Clooney, o lo que es lo mismo, con un impecable smoking, podría disparar las ganancias de un fabricante de cepillos de dientes. Y las marcas lo saben.

En España, Angelina Jolie, la cantante australiana Kylie Minogue y Penélope Cruz son las famosas que mejor visten, a los ojos del gran público, el casual wear. Pero para vender relojes nadie mejor que Nicole Kidman, Jolie y Julia Robers. Las tres estrellas están perfectas con cualquier cosa, desde un perfume a un trapito de Dior, y sus nombres, junto al de Jennifer López, son mencionados una y otra vez por los consumidores cuando se le pregunta a quién comprarían un traje de Armani.

Los españoles parecen rendidos ante el glamour de las estrellas de Hollywood y la belleza mediterránea de Penélope queda una y otra vez ensombrecida por la fuerza evocadora de las estrellas de cine americano. Pe, la última imagen de L'Oréal, ocupa un modesto sexto lugar entre las actrices que mejor saben llevar un vestido de noche, una fragancia o un vestido de cóctel.

Para el gran público la mujer más sexy del mundo es Angelina Jolie. Su cuerpo resulta siempre perfecto enfundado en una minipieza de Dolce y Gabanna, pero ella ha preferido apostar por ser la imagen de St. John Knits, de una elegancia extremadamente clásica, y a quien son adictas mujeres tan contundentes como Hillary Clinton y Condoleezza Rice.

Clooney es a los ojos del mundo el hombre anuncio por excelencia, pero en España y en Europa son también muy valorados David Beckham, Tom Cruise, Johnny Depp, Tiger Woods, y los actores Russell Crowe y Ashton Kutcher. En su mano cualquier pieza de diseño tiene un inusitado tirón comercial. La encuesta delata al consumidor, que apuesta por estrellas consagradas y muy americanas. Los dos españoles de moda, Bardem y Banderas se quedan fuera del palmarés.