Transformar el modelo

Castilla y León comienza a sentir cierto alivio. Por primera vez, en los datos de contabilidad regional del segundo trimestre y desde que en 2007 la actividad económica de la autonomía empezara a sufrir el impacto de la crisis, se ha moderado la tendencia bajista que reflejaban cifras anteriores.

El producto interior bruto de la región registraba en ese periodo un descenso interanual del 3,5%, siete décimas menos que en los tres primeros meses del año, un porcentaje que se ha mantenido entre los meses de julio y septiembre. ¿Eso quiere decir que se puede haber tocado fondo?

"Sería precipitado hablar de brotes verdes y muy prematuro hablar de recuperación", explica la consejera de Hacienda de la Junta de Castilla y León, Pilar del Olmo, quien no obstante reconoce que tampoco se puede cerrar los ojos a la existencia de esa "moderación de la caída" que reflejan las estadísticas. Por su parte, la decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Valladolid, Josefa Fernández Arufe, apunta que una autonomía como la castellanoleonesa, con un gran porcentaje de funcionarios y de población envejecida, con retribuciones fijas, siente menos la crisis que aquellas que dependen en más de 50% del sector industrial.

Arufe pronostica que el declive económico "no tocará fondo" este año y advierte que será necesario que se siga apostando por medidas a corto plazo para que "no se agrave" la situación. El Gobierno regional, tras anunciar un paquete anticrisis en 2008, ha impulsado una serie de iniciativas este año. A través de la Consejería de Economía y por valor de 1.230 millones de euros, se han aprobado nuevas líneas de apoyo a las empresas para fomentar la actividad productiva, ayudas a la capacidad financiera, incentivos a la contratación y la promoción del empleo y mejora de la cualificación, formación y la intermediación laboral.

"La crisis sólo se puede superar desde la competitividad", dice Jesús María Terciado, presidente de Cecale, patronal de los empresarios de Castilla y León, quien considera prioritarias las medidas fiscales además de la ampliación de las líneas de crédito para asegurar la financiación, "a lo que hay que añadir", dice, "una reforma en profundidad de la legislación sobre morosidad". Para ello, la Junta activó antes del verano acciones específicas para las constructoras que realicen obra pública con el objetivo de aumentar su liquidez.

La más efectiva, a juicio del propio Ejecutivo regional, contempla la reducción de los plazos en el cobro por parte de la empresa que, a pesar de que la Ley deMorosidad establece el pago efectivo en 60 días, se podrá realizar en tres. En la misma línea, se agilizarán la devolución de los avales presentados, además de apoyo financiero para gastos previos al inicio de la obra. Hay que recordar que una de las principales apuestas de los Presupuestos Generales de la comunidad es la inversión en obra pública como motor de crecimiento. Uno de los objetivos que recogía el plan anticrisis aprobado en 2008 era el de acelerar la inversión entre 2008 y 2011, una iniciativa que contaba con un presupuesto de 4.000 millones.

A octubre de este año se ha cumplido el 48% del compromiso y se han licitado obras por 1.900 millones. Menor presión fiscal El texto presupuestario garantiza que la presión fiscal bajará en más de un 17%. "Es más, se mantendrán los 34 beneficios fiscales en vigor, a los que se sumarán dos nuevas ventajas tributarias"; lo anunciaba durante la presentación de las cuentas públicas la consejera de Hacienda.

La primera incentivará la eficiencia energética en los hogares con una deducción del 5% en el tramo del IRPF sobre el gasto que realicen en este aspecto, y la segunda persigue que los contribuyentes puedan modificar las condiciones de su hipoteca gratuitamente con una bonificación en el impuesto de actos jurídicos. Terciado explica que congelar los impuestos, mantener las políticas sociales asumidas, así como las partidas dedicadas a I+D+i, es positivo "aunque no lo es tanto que se vuelva a acudir al endeudamiento público para intentar ajustar los Presupuestos".

La Junta emitirá 1.231 millones en deuda, una cifra récord que compensa la pérdida de ingresos provocada por la crisis sin agotar el límite permitido del 2,5% del PIB. Y es que, por primera vez en la historia, el techo del gasto presupuestario de Castilla y León baja. Lo hace en un 0,09% y serán algo más de 10.575 millones de euros de los que el Ejecutivo dispondrá en 2010. "La política presupuestaria debe tener, además, un componente social, es decir, debe también esforzarse en evitar situaciones dramáticas y que propicien la exclusión social", dice José Luis Rojo García, profesor de la Universidad de Valladolid.

La tímida mejora que parece presentar la economía regional no impide que se siga destruyendo empleo ya que la tasa de paro se ha situado en el 13,1%. "Los próximos meses serán muchomás inclementes si la mejora de la situación que arroja la contabilidad regional se queda únicamente en un avance puntual", destacan los expertos. "Me parecen especialmente importantes los planes de empleo para zonas rurales que ha puesto en marcha la Junta ya que, en las circunstancias actuales, hay que impulsar iniciativas a corto plazo", afirma Josefa Fernández Arufe refiriéndose a la iniciativa del Gobierno de Castilla y León de subvencionar a los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes con 125 millones para dinamizar la actividad y generar trabajo.

El impulso de un nuevo modelo económico es una de las prioridades del Gobierno autonómico que destinará a ese objetivo cerca de 586 millones, un 9% más. La partida especialmente beneficiada es la de ciencia y tecnología con 300 millones. "Es imprescindible diversificar el tejido productivo apostando por el sector agroalimentario, el turismo, la cultura, las energías renovables, las tecnologías de comunicación, además de reducir la dependencia de la automoción", señala Fernández Arufe.

Es cierto que los problemas de la industria del motor inciden demanera determinante en la economía regional. "Sin embargo, en la industria, cuya evolución está muy ligada a la automoción, la crisis se ha suavizado, en parte, por los acuerdos de viabilidad alcanzados en la factoría Renault en Palencia", señalan desde Cecale. Y es que "transformar el modelo de crecimiento no es labor de un año", dice Rojo García, quien cree imprescindible intensificar las políticas de apoyo a los emprendedores, además de fomentar las redes de innovación.

"En todo caso, la apuesta presupuestaria amedio y largo plazo pasa por la educación, como un ingrediente necesario". Una opinión que comparte José Vega Garrido, presidente de la Empresa Familiar de Castilla y León, para quien "es preocupante la falta de espíritu emprendedor que existe entre los más jóvenes". Para intentar remediarlo asegura que próximamente "presentaremos a la Consejería de Educación un plan de acción para integrar el valor de este concepto en los planes de estudio".