Sorolla y su visión de Cataluña

Es uno de los atractivos de la antológica de Sorolla que hasta el 6 de septiembre se puede admirar en el Museo del Prado: Visión de España, 14 paneles de temas españoles pintados para la biblioteca de la Hispanic Society de Nueva York. Sebastià Ruscalleda, ingeniero industrial y consejero de la Comisión Nacional de la Energía, ha realizado una extraordinaria labor de investigación sobre uno de los lienzos de la colección, Cataluña o El Pescado. El estudio vio la luz hace 15 años en el libro Sorolla y Santa Cristina, reeditado con nuevas aportaciones y presentado la semana pasada en Madrid.

Cuenta el autor en la introducción que el libro es fruto de dos pasiones y una inconsciencia: la pasión por Lloret, su pueblo, y por la pintura de Sorolla, y la inconsciencia que ha hecho posible que un ingeniero industrial se atreva a escribir sobre un tema tan alejado de su tarea diaria.

La historia comenzó el día que Ruscalleda descubrió que el estudio del cuadro Cataluña fue pintado en la playa de Santa Cristina, de Lloret, y no en un lugar indeterminado de la costa catalana, como muchos historiadores y críticos de arte sostenían. Fue en enero de 1992, cuando en el escaparate de una librería de Madrid descubrió un libro de Edmund Peel sobre Sorolla. En sus páginas se detallaba la impresión que el pintor se llevó de Santa Cristina y empezó a investigar. El resultado son casi 200 páginas en las que el autor ofrece aspectos biográficos desconocidos del artista, repasa las relaciones con su mecenas Huntington y sobre todo la relación con Cataluña.

Ruscalleda ha manejado abundante y variada documentación: notas y esbozos del pintor, correspondencia, materiales de archivo -muchos de ellos desconocidos- y una completa bibliografía sobre el tema. Ha contado, además, con la colaboración de la familia del pintor.