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Consejos profesionales

Protocolo en la fiesta de Navidad

Los empleados borrachos abalanzándose sobre las oficinistas también ebrias en la aseguradora Consolidated Life. El Apartamento, de Billy Wilder, retrató así la tradicional fiesta de Navidad dentro de una empresa típica. El director admitió que esta parte salió sola, de lo que es fácil deducir que en la Paramount sabían bien cómo terminan estas celebraciones.

Para algunos gurús de los recursos humanos, el ágape navideño puede convertirse en una trampa y dar al traste con una carrera repleta de éxitos. Un peligro que, una vez en faena y después de un par de copas de vino, cuesta poco olvidar. A modo de recordatorio, el portal de empleo Monster.com publicaba esta semana un decálogo de buena conducta para "sobrevivir" a dichos eventos. Entre las pautas reseñadas, beber con moderación, no hablar más de la cuenta o evitar esas fotografías comprometidas que puedan acabar en el Facebook. Nada que la sensatez no imponga. Pero si los trabajadores han de ceñirse a este patrón, ¿qué ocurre con los jefes? ¿Arriesgan el respeto de su estatus si se exceden?

"La fiesta de Navidad exige un comportamiento profesional. Y el jefe debe hacer de jefe. El que no actúa así, está equivocado. Es como el papá que quiere ejercer de amigo con los hijos", dice Ceferí Soler, profesor de Recursos Humanos de Esade.

Según Diego Vicente, profesor de Comportamiento Organizacional de IE Business School, tanto los directivos como los empleados tienen que proceder tal cual son. "No resulta adecuado proyectar una imagen de nosotros mismos que no se corresponda con lo que somos o excesivamente seria", explica. La clave es "conocerse". Y remata: "Si no te cae bien el alcohol, pues no bebas".

Las cenas y comidas de empresa sirven para cohesionar al grupo. Representan además una ocasión excelente "para ampliar las relaciones y buscar las esencias", explica Vicente. Por ello, aconseja: "Los organigramas han de quedar aparte. Por un día, convivir como personas". Y deja abierta una pregunta: "Si fuera necesario acogerse a estrategias en estas reuniones, ¿qué empresas estaríamos forjando?".

Las mismas, pero más baratas

En esta campaña navideña, el número de comidas o cenas de empresa rondará las cotas de años anteriores. Eso sí, la crisis hará mella en los presupuestos. Así lo explica Agustina Laguna, presidenta de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI). José Luis Guerra, adjunto a la presidencia de la Federación Española de Hostelería, coincide en la apreciación. La facturación del gremio en diciembre caerá un 9% respecto al mismo mes de 2008, debido a que "la demanda ha recortado el gasto en estas citas, aunque conserva la buena costumbre de celebrarlas".

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