'El País es el éxito de mucha gente'

La historia de El País es una historia de éxito de mucha gente', declara Juan Luis Cebrián, primer director del periódico y actual consejero delegado del Grupo Prisa, aunque reconoce que en alguna etapa de su vida, El País fue 'muy arrogante'. El diario cumple hoy 30 años.

Para Cebrián, la historia de estas tres décadas es 'la historia de un éxito, un éxito de mucha gente. El País fue un intento cívico y profesional para hacer un periódico nuevo que apoyara las libertades y la democracia, del que salió una gran empresa de comunicación aunque no fuese este nuestro propósito, sino hacer un buen periódico, y creo que nos ha salido bien la historia'. Una historia llena de dificultades fruto de 'un éxito muy rápido' que llevó a una 'guerra interna entre los accionistas por el control del periódico'.

Cuando en 1976 El País publicó la primera encuesta sobre las elecciones y anunció la posibilidad de que los socialistas accedieran al poder, 'esto se convirtió para algunos en manipulación'.

Además, el éxito del periódico, 'que fue temprano y fulgurante, provocó que mucha gente quisiera inicialmente apoderarse de él, y como no pudieron lo combatieron para destruirlo y desacreditarlo. Estuve seis veces procesado por denuncias de la fiscalía. Había un aparato judicial peor que el actual'.

Cuando en 1982 los socialistas llegaron al poder, algunos 'creyeron ver en nosotros, muy equivocadamente, una especie de brazo armado, de prolongación del PSOE, pensaron que identificándonos con el PSOE nos podían dañar, fue cuando nos llamaron periódico pro gubernamental, cosa que no nos preocupó mucho'.

Con el PP cambiaron las tornas. 'Con el Gobierno Aznar se pone en marcha una conspiración, por parte del denominado sindicato del crimen, una cacería contra Sogecable, contra el Grupo Prisa, Jesús de Polanco y yo mismo, tratando de destruirnos'. Todo esto 'era más previsible que sucediera durante la transición, pero que pasara en los años noventa, en una democracia consolidada, pone de relieve las pasiones que suscita nuestro grupo'.

A pesar del liderazgo del diario, Cebrián considera que 'en realidad ningún periódico está consolidado. Casi todos los periódicos occidentales hemos perdido difusión en los últimos años, hay una tendencia al declive de la circulación de la prensa, fruto de la aparición de internet y la competencia de los gratuitos. Es casi más duro mantener el liderazgo que conquistarlo'. 'Cuando salimos no había computadores ni móviles ni democracia; no estábamos en la OTAN ni en la UE, y existía la URSS. El mundo ha cambiado tantísimo en estos 30 años que tiene mucho que hacer Javier Javier Moreno, nuevo director del diario para dar respuesta a todo esto', añade.

En el momento de hacer autocrítica, Cebrián no duda en afirmar que 'El País ha sido muy arrogante en demasiadas ocasiones, estando yo de director y después. Es verdad que hicimos un buen periódico, pero llegamos a una arrogancia absurda muchas veces, creyéndonos una especie de oráculo que decía lo que estaba bien o mal'. Esa arrogancia 'nos hizo mucho daño, por eso soy partidario de lo que decía Jesús de la Serna: la humildad es la base de cualquier buen reportero'.

'Eso es lo peor que ha tenido El País -concluye-, que le ha llevado a cometer errores, a publicar noticias falsas, a no querer reconocer los errores a veces y a un cierto distanciamiento de la opinión publica. Pero, en conjunto, el balance es bueno'.