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Escapadas urbanas

Huye del calor con música, cócteles y unas buenas vistas

Hoteles, restaurantes y bares presentan sus nuevas terrazas para disfrutar del verano.

Huye del calor con música, cócteles y unas buenas vistas
Huye del calor con música, cócteles y unas buenas vistas

El barrio de las letras desde las alturas Penthouse, la terraza ubicada sobre el ME Madrid, en la céntrica plaza de Santa Ana, se ha consagrado como uno de los locales de moda de Madrid. Entre sus atractivos destaca su clientela, lo más chic de la ciudad, y unas vistas sin parangón.

La puesta de sol es la cita, con mayúsculas, del verano, el momento en el que los bares extienden sus terrazas, muchos hoteles renuevan su carta de cócteles y la música en directo inunda las calles. Los reclamos son tan variopintos como la impresionante carta de ginebras del Hotel Urban de Madrid, pero hay un denominador común sobre el que giran las propuestas de los establecimientos hosteleros de la ciudades españolas: celebrar la llegada de la noche en compañía de los amigos. Una tradición tan lógica como española en un país en el que las altas temperaturas se combinan con el gusto por la vida social.

Como sucede con la mitad de las modas, hay un concepto británico para denominar una tradición tan mediterránea como la de tomar el fresco. Se trata de los establecimientos afterwork, aquellos en los que los trabajadores se reúnen una vez terminada su jornada para tomar una copa. Por ello, una carta variada de cócteles representa el primer reclamo de estos locales. Es el caso del restaurante Ramsés, de Madrid, con más de 70 cócteles en su haber, o de la terraza del Urban, que cuenta con una imponente carta en la que se acumulan hasta 21 versiones del combinado más popular, el gin-tonic.

En el caso del Urban, un ambiente chic o la posibilidad de encontrar algún personaje célebre también se han convertido en reclamos, lo mismo que ocurre con el ME Madrid, de la cadena Sol Meliá, situado en una plaza, la de Santa Ana, que tradicionalmente ha destacado por sus terrazas y su ambiente veraniego. Sus vistas sobre el centro de la ciudad no tienen parangón. Otro de los clásicos, en lo que a panorámicas se refiere, para los madrileños es el restaurante Gaudeamus, en la azotea del centro que la UNED posee en el barrio de Lavapiés, así como la terraza del Hotel Room Mate âscar.

En otros casos, la excusa para acudir a uno de estos locales a última hora de la tarde es la posibilidad de escuchar música en directo, como la que ofrece, en Barcelona, Visit Up, la terraza del Hotel Pulitzer. El establecimiento ha diseñado un calendario de conciertos para los miércoles de la temporada veraniega, entre mayo y septiembre, con los que pretende apoyar a grupos musicales de reciente formación, casi todos ellos jazzistas. Entre los participantes se encuentran nombres como Stereochemistry, Partido, Bartolomeo Barenghi Trio, Dudu the Son, Fernando Lagreca, Her Only Presence, Indra y otros muchos. Asimismo, para cada jornada Visit Up preparará un cóctel que tendrá un precio reducido, con lo que pretende favorecer la fidelidad de sus clientes al local. Los jueves será el turno en este local de la música electrónica. El escenario será ocupado a lo largo del verano por DJ como Mether & Zacker y Fancy Nancy.

La posibilidad de contemplar la puesta de sol al aire libre con una vista espectacular es también el principal reclamo del hotel Barceló Raval (en la foto central), situado en este barrio de Barcelona, con una panorámica de 360 grados sobre el centro de la ciudad. Otro lugar para ver la puesta de sol en Barcelona es La Caseta de Migdia, en Montjuic, que también cuenta con actuaciones en directo. La terraza del ME Barcelona y la del Hotel W Barcelona son otras de las opciones de moda de la capital condal. También cabe destacar el Hotel Mandarin Oriental, así como la terraza del Hotel Arts, la del Hotel Omm y la del restaurante Shoko.

El atardecer es el reclamo de muchos de los beach club de Ibiza. Al mítico Café del Mar, que se ha consolidado como uno de los lugares que es obligatorio visitar en la isla, se han ido sumando otros locales que destacan por ofrecer al cliente un ambiente de relax, conseguido gracias a una decoración en la que predominan los tonos blancos y de música chill out. Entre los establecimientos que se están poniendo de moda para tomar una copa al salir de la playa o antes de ir a la discoteca destacan el Blue Marlin o el Yemanjá, cuya terraza está al borde de la playa, y el Kilómetro Cinco o Aura, ubicados en el interior.

Algunos prefieren esperar la llegada de las vacaciones en un marco incomparable. Es la posibilidad que ofrece la terraza del sevillano Hotel Doña María, situada en el patio de una antigua casa palacio y que permite contemplar de cerca la Giralda y la catedral hispalense. En esta ciudad, la terraza del Hotel Petit Palace Santa Cruz, situado en el centro de la ciudad, y perteneciente a la cadena High Tech, es otra de las paradas obligatorias de la tarde, así como la del Hotel Puerto Delicia, a la orilla del Guadalquivir.

Ramsés: Cócteles innovadores en la tarde madrileña

"Queremos ofrecer algo diferente a lo que puede encontrarse en la oferta de terrazas de Madrid", afirma Javier Melgar, el jefe de sala del restaurante Ramsés, que está ubicado en las cercanías de la más conocida de las puertas madrileñas, la de Alcalá.Por ello ha puesto a disposición de sus clientes una carta con más de 70 cócteles, sin dejar de prestar atención a su combinado de referencia: el mojito. "Todos sus ingredientes son preparados en el momento. Hasta la lima se corta en en el último instante", indica. "Hay un ambiente magnífico de lunes a sábado", asegura Melgar, quien considera que el reclamo de sus cócteles "está funcionando". Además del mojito, su carta de referencia está formada por otros nueve combinados clásicos a los que después se han añadido cócteles "muy innovadores" para completar una lista que cambia cada cuatro o cinco meses.Los responsables del Ramsés han bautizado su propuesta para las tardes, que vienen amenizadas con la música de un disc-jockey, como Sunset. Las copas cuestan a partir de cinco euros, un precio modesto para un emplazamiento que permite disfrutar de la decoración ideada por el prestigioso interiorista Philippe Starck.

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