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CincoSentidos

'Enseño mi trabajo y lo vendo, no me puedo quejar'

Apenas quince días después de que la Fundación Maeght en Saint Paul de Vence (Francia) clausurara una gran exposición de la obra de Manolo Valdés (Valencia, 1942) en solitario, el Centro de Arte Reina Sofía dedica al artista la primera retrospectiva en España. Un repaso a su trayectoria de los últimos 25 años que le ha ayudado a 'ejercitar la memoria y a cargar pilas'. El pasado jueves por la mañana, al salir del museo madrileño, reconoce que le entraron unas ganas enormes de ir a su estudio de Nueva York y ponerse a trabajar, porque en ese reencuentro con el pasado Manolo Valdés ha descubierto cosas que le van a ser muy útiles. 'Tu no notas la evolución, piensas que no existe y cuando ves los cuadros reunidos te das cuenta de cuántas cosas han pasado, cuánto hemos cambiado y, sin embargo, nos parece que somos los mismos'. Las mismas ganas de salir corriendo al estudio le invaden cuando se encuentra en Nueva York, porque es muy optimista por las mañanas, 'creo que voy a hacer un cuadro estupendo', reconoce Manolo Valdés desde su taller de Barajas.

En Nueva York, donde pasa el 80% de su tiempo, pinta; en Madrid nacen sus esculturas, porque es aquí donde hace la mayor parte de las fundiciones. Abrir este estudio le permite pasar más tiempo en España. 'Los artistas que trabajamos con las manos tendemos a estar en el estudio. Le dije a Rosa su mujer que únicamente iríamos más a Madrid si teníamos un taller y efectivamente así ha sido'.

La comisaria de la exposición Manolo Valdés, 1981-2006 (del 27 de junio al 25 de septiembre), María José Salazar, ha seleccionado 86 obras realizadas desde 1982, cuando el artista continuó su carrera en solitario tras la muerte de Rafael Solbes, junto con Valdés y Juan Antonio Toledo creadores del grupo artístico Equipo Crónica, referente para toda una generación. 'Tengo la impresión de que no es una exposición muy historicista, en el sentido de que no ha pretendido cubrir todas las etapas y huecos desde el principio; tampoco es lo contrario, agrupa temas y dentro de ellos, María José ha escogido las obras que considera más representativas', explica. Pinturas, esculturas, trabajos en escayola y obras de papel.

En su estudio madrileño, rodeado de esculturas de inspiración velazqueña, Manolo Valdés se entera de que su cuadro Dama con collares ha batido un récord en la subasta de arte contemporáneo de Sotheby's celebrada el miércoles pasado. El martillo bajó en 223.840 euros, el doble de la estimación más elevada. 'El mercado refleja la demanda y yo soy un artista que expone mucho y en varios puntos del mundo, con lo cual el mercado se ensancha más'. En la reciente feria de arte de Pekín ha sido testigo del éxito de su obra y desde entonces otros dos cuadros se han ido a esa parte del mundo, según le ha comunicado la Galería Marlborough. 'Un cuadro vale lo que la gente paga por él, a media que hay más personas interesadas, el precio crece'. Como coleccionista, entiende esa pasión y por qué se produce.

Cuando vuelve la vista atrás, siente vértigo. Sobrevivir artísticamente ya le parece un éxito. 'Imagínate si encima las cosas en las subastas van bien, tengo una exposición en el Reina Sofía. Puedo enseñar mi trabajo y, además, venderlo. No me puedo quejar'. Ni él ni ningún artista, asegura. 'La sociedad ha llegado al convencimiento de que nos tiene que mimar y nos mima'.

Su trabajo desarrollado durante los 17 años del Equipo Crónica reflejaba una crítica del arte y la sociedad en los últimos años de la dictadura. ¿Pierde el artista su mirada crítica? 'Durante la dictadura, nuestro trabajo estaba impregnado de la necesidad de conseguir la normalización del país. Después aparecen nuevos problemas, nuevos intereses y uno se ocupa de otras cosas. Creo que las personas que tienen conciencia no es fácil que la pierdan'.

Todas las etapas creadoras del artista

La exposición del Reina Sofía, patrocinada por Bancaja, recoge obras de cada una de las etapas creadoras de Valdés, desde su primera exposición individual en la galería Maegh de Barcelona en 1981, hasta sus últimas pinturas y esculturas, como Two gray cones, Mujer con abanico o Lillie, realizados en 2006 y jamás expuestos. La muestra se completa con cinco piezas gigantes, cuatro situadas en el patio de la ampliación y una en el vestíbulo de entrada a la sala.La retrospectiva se ha articulado en torno a ocho grandes temas (la naturaleza muerta, el paisaje, el retrato, el desnudo, lo religioso, lo cotidiano, lo velazqueño y lo monumental) porque, según la comisaria, en la obra del artista prevalece a lo largo del tiempo la línea temática sobre el carácter individual de la propia obra.Tras la muerte de Solbes, Manolo Valdés se vio obligado a iniciar su andadura en solitario, aunque continuando en cierto modo la línea marcada en su anterior etapa. Es también en ese momento, cuando demuestra una especial inclinación hacia la escultura. El artista vuelve su mirada hacia los clásicos. Se inspira en el arte de los grandes maestros de la pintura: Goya, Velázquez, El Greco, Ribera o Zurbarán. ¿En el futuro, abrirá él el camino a otros artistas? 'Sólo ocurre con artistas muy emblemáticos. No es nada nuevo ni demasiado original, sólo que yo lo he hecho de manera más sistemática, se me asocia más a eso'.

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