Mercedes-Benz lanza el SLK de tercera generación

Actualmente Audi es la marca premium que más coches comercializa en España, pero Mercedes es la que vende coches más caros, con precios por encima de 42.000 euros. El mercado de los roadsters deportivos ha bajado mucho en nuestro país los dos últimos años, pero en Mercedes confían en que su nuevo modelo experimentará una fuerte demanda mundial. Los responsables de marketing quieren tener en la gama coches emocionantes a precios razonables, no solo los caros cupés que rondan o superan los 100.000 euros.

El SLK ya es un clásico de la gama alemana, un modelo tan satisfactorio para un conductor de 30 años con ambiciones deportivas como para una dama de 50 años y que quiere una conducción tranquila. En 2001 la media de edad de los clientes era de 50 años, el año pasado fue de 46 y con el nuevo modelo esperan reducirla aún más. El diseño de del SLK de 2011 mezcla rasgos del reciente SLS alas de gaviota y del SL, con un resultado magnífico. El biplaza alemán incorpora como siempre un techo duro plegable mediante un botón.

Tres tipos de techo

Ahora el cliente puede elegir entre tres tipos de techo: el normal, pintado en el color de la carrocería, el panorámico de cristal tintado y el nuevo con Magic Sky Control. Pulsando un botón, este pasa de ser transparente a transparente azulado, como unas gafas de sol. En esta posición oscura, la intensidad térmica en el interior desciende en un 80%. La idea es que al volante del SLK no haya que renunciar a nada: comodidad y deportividad, y conducción sin capota en cualquier circunstancia. Este coche tiene una climatización muy estudiada, de modo que tanto la calefacción como el aire acondicionado en verano facilitan mucho las cosas. En invierno también se puede disfrutar del aire libre, y elementos como el airscarf (bufanda de aire) contribuyen a ello. Se trata de un flujo de aire caliente que sale desde el asiento hacia el cuello del conductor. Lo estrenó el SLK de 2004, y hoy el 80% de los clientes pagan la opción extra que implica disponer de este sistema.

Inicialmente estarán disponibles tres versiones: 200 (42.300 euros), 250 (47.600 euros) y 350 (57.150 euros). Los dos primeros emplean el mismo motor de cuatro cilindros y 1.8 litros, con 184 y 204 CV respectivamente. La potencia de ambos es más que suficiente. Aceleran de 0 a 100 km/h en 7 y 6,6 segundos respectivamente, e incluso en zonas con fuertes pendientes se defienden con solvencia. El 200 lleva de serie una caja de cambios manual de seis marchas, y es opcional la automática de siete marchas que lleva el 250.

El consumo medio de ambos es muy bajo: 6,1 y 6,2 litros a los 100 km respectivamente. Una novedad de los SLK 200 y 250 (llevan el mismo motor cuatro cilindros) es el sistema generador de sonido. Está diseñado para que el conductor escuche mejor el ruido del motor, pero también para que exteriormente se escuche poco, de acuerdo con las futuras normativas sobre contaminación acústica. La versión 350 supone un gran salto en cuanto a prestaciones, gracias a una mecánica 3.5 V6 rebosante de fuerza a cualquier régimen.

Sus rivales son modelos como el BMW Z4 35i, el Porsche Boxster S o el Nissan 370Z. De ellos solo el Z4 tiene un techo duro equivalente. El 350 acelera de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos y alcanza los 250 km/h (autolimitada). Solo está disponible con el cambio automático con levas en el volante para cambiar manualmente. Más adelante se pondrá a la venta, por primera vez, una motorización diésel para el SLK. Como debe ser en un deportivo, la tracción es a las ruedas posteriores.

Los clientes con un gusto más agresivo pueden optar por el kit AMG, que incluye llantas de 18 pulgadas de cinco barras y faldones aerodinámicos, además de detalles en el interior. También se puede optar por una suspensión sport más firme, o bien por otra controlada electrónicamente que se adapta en función de las circunstancias y el estilo de conducción.