La noche en que los bares se olvidaron de la crisis

Como agua de mayo. Los propietarios de bares y restaurantes -sin olvidar a sus proveedores- llevaban meses mirando al cielo y esperando alguna señal que hiciera la crisis más llevadera. Y ese instante de esperanza ha llegado disfrazado de final del Mundial de fútbol de Sudáfrica. Los domingos no son precisamente el mejor día para los locales de restauración, pero el 11 de julio de 2010 pasará a la historia por la magnífica caja que propició, principalmente en los bares ya que los restaurantes notan menos el efecto de la Copa.

Aunque aún no hay datos definitivos, los cálculos de la Federación Española de Hostelería (FEHR) adelantan un incremento de ingresos de entre el 60% y el 70% respecto a cualquier otro domingo. Mientras, en el resto de partidos de la selección sus ventas crecieron hasta un 20%.

"La gente tenía ganas de que pasara algo bueno y salir a celebrarlo", aseguraba el secretario general de la FEHR, Emilio Gallego. Y de la mano del fútbol, el consumo de cervezas y refrescos ha crecido como la espuma, con repuntes del 15%, según las principales empresas del sector.

Las previsiones del sector hostelero -sobre el que pesa la sombra de la inminente reforma de la ley del tabaco que prohibirá fumar en sus locales- son halagüeñas. "Creo que el Mundial nos ha cambiado, ahora estamos todos mucho más animados", afirmaba Gallego.

Una mejora que podría acelerarse de la mano del turismo. "La resaca será positiva porque todas las imágenes que se van a proyectar de España son de celebración, de fiesta, de un país joven con ganas de pasarlo bien y eso nos pone en mente de quién está decidiendo dónde ir de vacaciones".

Sin olvidar el efecto arrastre. Los principales grupos cerveceros, como Mahou y Heineken (a través del patrocinio a la selección a través su enseña Cruzcampo), han apostado fuerte por el Mundial y son muchas las campañas de marketing que han tenido a La Roja como eje. Por ejemplo, recoger firmas para que el 11 de julio sea declarado fiesta nacional y se conmemore así la victoria de España, o regalar a cada uno de los jugadores los litros de cerveza equivalentes a su peso. Este tipo de campañas ha hecho que las ventas cambien de signo y en lugar de caer más de un 10% crezcan entre un 12% y un 15%. El triunfo, además, se rentabiliza. "Hoy todos somos campeones", afirmaba Cruzcampo en la campaña que ayer puso en antena. "Bienvenidos a un país más feliz. ¡Gracias!". Con este mensaje impreso en una lona de 42 metros recibía Coca-Cola a los integrantes de la selección española de fútbol a su llegada al aeropuerto de Barajas. La multinacional también empapeló las calles de Madrid con el mensaje de agradecimiento por la victoria frente a Holanda. Una campaña contrarreloj que Coca-Cola ideó al mismo tiempo que el combinado español superaba a Alemania en semifinales y aprovechaba así el tirón mediático que supone la retransmisión del regreso a España. Pero en el caso de Coca-Cola el Mundial de fútbol ha sido un filón para sus ventas, que han repuntado un 15%.

Otra multinacional estadounidense, McDonald's, ha aprovechado sus colores corporativos para hacer gala del apoyo de su filial a España. "Pasión por nuestros colores. Enhorabuena campeones", aseguraba ayer la cadena de comida rápida a través de una campaña de publicidad que fue especialmente significativa en el medio online. McDonald's aprovechó el Mundial con anuncios donde el delantero David Villa replicaba en la celebración de sus goles.

No todos los ingresos generados por la victoria de La Roja han llegado de la mano de la restauración. Muchos españoles siguen prefiriendo ver el fútbol en casa y hay empresas que se alegran ello. Por ejemplo, los productores de embutidos. Según el sector, sus ventas han crecido un 64% en las jornadas que jugó la selección española.