Protección de antemano para los depósitos

El desplome de Lehman Brothers, acaecido el 15 de septiembre de 2008, puso en evidencia una de las grandes deficiencias del sistema bancario europeo: la ausencia de un marco homogéneo de protección de depósitos. Numerosos Gobiernos de la región se apresuraron a incrementar la protección sobre los ahorros encomendados a entidades bajo su jurisdicción, ante el temor de que se produjera una fuga de dinero hacia otros Estados miembros.

España desea que esta lamentable descoordinación no se vuelva a repetir. Por ese motivo se encuentra entre las prioridades de su presidencia armonizar los mecanismos de funcionamiento de los fondos de garantía de depósitos (FGD) europeos. La idea es alcanzar un consenso sobre qué productos y tipos de depositantes están protegidos, y en qué medida.

Pero además, Madrid está interesada en homogeneizar el sistema de financiación de los FGD, "con clara preferencia por un modelo similar al español de financiación ex ante". Aquí, los tres FGD (bancos, cajas y cooperativas) reciben anualmente dinero de cada socio en base a sus pasivos. Gracias a esto cuentan con recursos cuando se produce una quiebra bancaria. En otros países, en cambio, el dinero se requiere a los integrantes del FGD cuando una entidad se encuentra en apuros.