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Calle Serrano

Madrid recupera su eje comercial

Tras dos años de obras, la emblemática vía de la capital se despide de grúas, vallas y taladradoras para lucir su nuevo aspecto. Todo listo para compradores y transeúntes.

Madrid recupera su eje comercial
Madrid recupera su eje comercial

"En la calle Serrano, los #ipad son las joyas de los escaparates :-P". Aunque no se lo crean, en Madrid hay una calle que dice cosas de este tipo. No se trata de una licencia poética, es el Twitter de la arteria comercial más famosa -y ahora modernizada- de la capital. Su participación en redes sociales es sólo una de las muchas iniciativas que se han puesto en marcha para arropar la inauguración de la nueva Serrano.

Tras dos años de obras que han puesto a prueba los nervios de vecinos y viandantes, el ayuntamiento quiere ahora rentabilizar la actuación una vez acabada. Mañana sábado, por ejemplo, se ha organizado una fiesta por todo lo alto y con un gasto que no ha estado exento de críticas.

Antes repleta de comercios tradicionales, en su día los más vanguardistas, Serrano terminó el siglo XX siendo una calle ruidosa, contaminada, con un tráfico caótico y repleta de gente que entraba y salía de sus elitistas tiendas, grandes almacenes, bancos y cafeterías. Ahora afronta el XXI con la cara lavada. El camino ha sido largo desde que el 22 de octubre de 2004 el ayuntamiento convocó el concurso de ideas para la remodelación de esta calle, desde María de Molina hasta la plaza de la Independencia.

Ganó Tejido Urbano, un proyecto firmado por los arquitectos Clara Eslava y Miguel Tejada y que busca conseguir espacio para el peatón, agilizar el tráfico y dotar a todo el eje de una mayor calidad ambiental, mejorando la funcionalidad del alumbrado público y, sobre todo, del mobiliario urbano. Para ello dos ideas principales: reducción del número de carriles de seis a cinco, dos de los cuales estarán reservados al transporte público, y construcción de tres aparcamientos subterráneos con capacidad para 3.000 vehículos.

La superficie total de actuación es de 146.000 m2, de los cuales 75.000 m2 son de aceras y cerca de 71.000 m2 de calzadas.

La reforma pone igualmente el acento en las mejoras ambientales, que abarcan desde un nuevo mobiliario urbano hasta el aumento del arbolado en un 53%, ya que a los árboles existentes habrá que sumar otros 813 de nueva plantación.

Se trata de la remodelación de una calle trazada en la segunda mitad del siglo XIX como una de las principales vías del ensanche promovido por el marqués de Salamanca.

Hoy todo lo mencionado ya se puede ver y disfrutar, pero no ha sido un camino fácil ni para vecinos ni para trabajadores. "Cada día teníamos que salir por un sitio y eso afectaba a los horarios, llegábamos todos los días tarde a casa", se queja María Jesús Martínez, dependienta de El Corte Inglés.

Peor lo pasó Manolo Pastor, encargado del quiosco de prensa del número 52: "Tuve que ir a la óptica porque el polvo de la obra me dañó los ojos, por no mencionar el ruido que hemos soportado".

Sandra Vallejo, vecina de la zona, no está nada contenta con el resultado. De hecho, cree que "aumentará el tráfico. Mucho barrio de Salamanca, pero es un engorro. Pagas por tener mejor barrio y luego lo invierten en obras. Mejor sería que hicieran centros culturales, que no hay ninguno". Pero no todo es malo, "la relación con los obreros ha sido fácil, no ha habido problemas, y siempre te lanzan piropos", se consuela Vallejo, también dependienta de la tienda de Pedro del Hierro de Serrano.

Pero sin duda los más preocupados y afectados han sido los locales comerciales: "Durante las obras teníamos que cerrar a las seis de la tarde y hacíamos la mitad de la caja habitual. A partir de las siete de la tarde no pasaba nadie. No había luz. Daba miedo. La gente mayor se tropezaba", asegura Edgar Taday, camarero de Serrano 80. "Las obras han sido muy incómodas. Los clientes no podían aparcar en la puerta", relatan desde la joyería Suárez.

El resultado

Pero ya hace unas semanas que los resultados se empezaron a ver y parece que las quejas por los inconvenientes de las obras dejan paso al optimismo.

"La gente al principio estaba muy molesta porque no podían acceder al centro comercial por el polvo, las máquinas, el ruido, pero ha quedado muy bonito", asegura Enar Chamorro, dependienta de la tienda Musgo, situada en el centro comercial ABC Serrano, antes de rematar con optimismo: "Han cerrado muchos locales en el centro comercial, pero están abriendo otros".

Para Nuria Ejido, dependienta de Zara, "las obras han sido positivas. Ha quedado bien. Beneficia al comercio y con el nuevo parking aún más". José Juan Caso, vecino de la zona, cree que "el carril bici vendrá muy bien al barrio" y admite que al comercio sí que le han afectado los trabajos de remodelación, pero que se han juntado dos cosas, las obras y la crisis. "Si no hubiera habido obras se hubiera notado la crisis igual", asegura.

A las reformas de la vía principal hay que sumar actuaciones en las calles transversales comprendidas entre el paseo de la Castellana y Claudio Coello. Así, López de Hoyos, General Oráa, Hermanos Bécquer, Diego de León, Juan Bravo, Ortega y Gasset, Ayala, Hermosilla, Goya, Jorge Juan, Columela o Salustiano Olózaga, entre otras, incrementan su superficie peatonal, con aceras en uno de los lados de hasta 5,5 metros.

Además, la remodelación de la calle Serrano no es sólo la construcción de tres grandes aparcamientos, el ensanchamiento de aceras, la construcción de un carril bici o la plantación de nuevo arbolado y la instalación de mobiliario urbano. También son kilómetros de nuevas conducciones de alumbrado, tuberías de gas y agua potable, arquetas y centros de mando junto a nuevas válvulas, hidrantes, bocas de riego, una nueva galería de servicio, etcétera.

La nueva Serrano es también una nueva galería de servicio de 1,3 kilómetros de longitud bajo el subsuelo, por donde discurren los principales servicios de suministro (todos excepto el gas) con el fin de evitar futuras molestias e inconvenientes en caso de averías, ya que las operaciones de instalación o reparación de estos servicios se realizarán en el subsuelo sin necesidad de abrir las zanjas a las que los madrileños ya parecen estar acostumbrados.

La inauguración

Para celebrar su renovación, mañana sábado la principal arteria del barrio de Salamanca se hará peatonal, desde las 10.00 de la mañana hasta las 10.00 de la noche, en su tramo comprendido entre las calles de María de Molina y Alcalá.

La calle se engalanará de forma muy especial, con decenas de propuestas festivas para que todo el mundo pueda disfrutar de un gran día de compras lleno de actividades, gastronomía, descuentos y promociones.

El objetivo es impulsar las ventas de los establecimientos comerciales y hosteleros, y promocionar, tras las obras de renovación, la oferta comercial de Madrid como uno de sus más importantes atractivos turísticos, al estilo de otras capitales europeas como París o Londres.

Ahora llega el momento de comprobar que la remodelación de la calle Serrano convierte a este eje del comercio de la ciudad en un verdadero escaparate de un Madrid moderno, accesible y comprometido con la sostenibilidad y la calidad ambiental, tal y como el ayuntamiento quería.

Las cifras

3.000 nuevas plazas de aparcamiento en tres garajes subterráneos, de las cuales un 75% se han ofrecido a los vecinos.146.000 metros cuadrados de superficie de actuación, de los cuales 75.000 son de aceras y cerca de 71.000, de calzadas.120 millones de euros ha sido la inversión total, suma que será financiada a través de la explotación de los aparcamientos.

Mobiliario urbano. Más árboles y bancos sin respaldo

La reforma incide en las mejoras ambientales, basadas en un considerable aumento del arbolado viario que se incrementará en más de un 50%, pasando de los 1.500 árboles que había antes de la reforma a los más de 2.300 una vez concluidas las obras.Calidad ambiental y mejora estética -suelo de granito- y funcional del mobiliario urbano que se renueva en su totalidad: desde papeleras, vallas, farolas y quioscos, hasta los bancos, situados siempre junto a los arboles que salpican las aceras para tratar de no entorpecer el tránsito de los numerosos viandantes.Unos bancos, por cierto, muy criticados por no tener respaldo y tener un diseño algo especial que, nunca llueve al gusto de todos, no convencen a todos por igual.

Carriles. El peatón gana espacio y el tráfico se ordena

El peatón podrá disfrutar de un 50% más de espacio para el paseo, con aceras de hasta cinco metros de ancho en los números impares y diez en los pares. En ese lado, además, discurrirá un carril bici de 2,3 kilómetros de longitud. Para hacer posible esa ampliación de espacio, se reducen el número de carriles destinados al tráfico rodado. Se pasa de seis acinco, dos de los cuales están reservados al transporte público.En concreto, el del lado de los números impares, para los autobuses, y otro en el lado de los pares, cuya utilización corresponde únicamente a motocicletas y al servicio de taxi que, según cálculos del ayuntamiento, representa el 20% de todos los vehículos que circulan a diario por la arteria madrileña.

Bajo tierra. Kilómetros y kilómetros de conducciones

Bajo el suelo, la calle Serrano esconde la instalación de casi 9,5 kilómetros de nuevas conducciones de alumbrado para dar servicio a 222 luminarias, con 23 arquetas y nueve centros de mando, y la implantación de casi 14.000 metros de cableado de media y baja tensión y siete nuevos centros de transformación para mejorar el suministro eléctrico en la zona. También se ha renovado la red de saneamiento con la construcción de 2,5 kilómetros de colectores y 56 pozos de registro.Además, se han colocado 3,5 kilómetros de nuevas tuberías de agua potable, se han instalado 19,5 kilómetros de tubo y gotero para dotar de riego el arbolado y se han construido más de 3,5 kilómetros de conducciones destinadas al cableado de telefonía.

Aparcamientos. Hasta 3.000 plazas en garajes subterráneos

La remodelación ha sido posible gracias a la sustitución en la zona de 952 plazas de aparcamiento en superficie por 3.000 nuevas plazas subterráneas. Una actuación que permite, según el consistorio, ganar espacio y reducir la presión del tráfico y la contaminación ambiental en todo el eje.En concreto, se trata de la construcción de tres aparcamientos subterráneos -uno entre las calles Hermanos Bécquer y Marqués de Villamejor, otro entre Ortega y Gasset y Hermosilla, y el último entre Jorge Juan y la Puerta de Alcalá- que sumarán las mencionadas 3.000 plazas para vehículos. De ellas, el 25% se destinan a rotación y el resto corresponderán a los residentes que ya están en proceso de adquisición de las mismas.

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