Euskadi concentra grandes centros de I+D+i
Los grupos vascos mantienen en la región la actividad de investigación que marcará su futuro
Las corporaciones vascas no deslocalizan sus centros de investigación, donde desarrollan los productos que serán determinantes para su futuro empresarial. CAF ha invertido 50 millones en los últimos años en las investigaciones en alta velocidad ferroviaria. Antes de final de año saldrá de sus instalaciones de Beasain (Guipúzcoa) la primera unidad de Oaris, capaz de circular a 350 kilómetros por hora. Con más de 6.800 empleados en todo el mundo, CAF mantiene en Beasain su unidad de I+D+i. En el primer semestre ganó 52 millones, un 4% más que en el mismo periodo de 2009.
En Euskadi, la red de alta velocidad ferroviaria, la denominada Y vasca, entrará en funcionamiento en 2016, según las últimas previsiones. Países como Estados Unidos, Brasil y Turquía han apostado a futuro por esta modalidad logística.
Cegasa, con más de 900 trabajadores, mantiene en Euskadi la gestión y las actividades de valor añadido, como la de investigación. El grupo alavés ha trasladado a los países de bajo coste las compras a proveedores y la producción de pilas alcalinas y pequeños electrodomésticos (tiene dos fábricas en China).
Gestamp
En el centro tecnológico AIC de Amorebieta (Vizcaya), centrado en la industria de automoción, varios fabricantes de componentes desarrollan sus investigaciones. Allí consigue Gestamp, que emplea a 1.200 personas en Euskadi, parte de sus adelantos técnicos. La corporación de la familia Riberas suma 12.000 trabajadores en doce países, pero tiene en Euskadi su sede central de I+D+i. Ahora investiga en nuevos desarrollos en matricería, un segmento industrial donde los países de costes bajos se han llevado por delante a competidores de Europa y Estados Unidos.
Ulma también investiga en Oñati (Guipúzcoa) la producción de nuevos envases con garantía total de higiene y seguridad. La cooperativa vasca, integrada en Corporación Mondragón, prevé que su división de envases alcance una facturación anual de 240 millones a medio plazo, con la generación de 1.200 empleos directos. Y todo sin salir a investigar fuera de Oñati.
Casi todas estas empresas han sido apoyadas en sus proyectos por el fondo de capital riesgo Ekarpen, en el que participan las cajas vascas con un 60% y las instituciones de Euskadi (el Gobierno vasco aporta el 28% y las diputaciones, el 12%).
Ekarpen ha otorgado un préstamo participativo de 20 millones a Cegasa, que en el caso de Ulma ha sido de 10 millones. Con Gestamp tiene una sociedad conjunta en la que controla el 40% tras desembolsar 25 millones. La misma cantidad ha invertido en una filial de CIE.
