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Entorno. Urbanismo

La vivienda del mañana se viste (sólo) de energía solar

La casa Lumenhaus, obra de la Universidad de Virginia, marca un paso hacia la edificación con suministro energético autosuficiente

Hasta 200.000 personas visitaron en Madrid, en la ribera del Manzanares, en el mes de junio la competición Solar Decathlon Europe, la versión europea de la carrera universitaria y empresarial más prestigiosa en Estados Unidos por marcar la tendencia de la vivienda de energía renovable del futuro.

Resulta curioso que, mientras Estados Unidos sigue siendo el único país que no llegó a firmar nunca el Protocolo de Kioto, el acuerdo internacional de reducción de gases de efecto invernadero aún vigente y cuyo sustituto sigue convaleciente tras el fracaso de la cumbre de Copenhague (también por la reticencia de Estados Unidos), empresas, universidades y centros de investigación mueven ficha hacia un modelo económico sin carbono.

El ganador de la primera convocatoria europea de Solar Decathlon fue, precisamente, una universidad estadounidense.

Pese a su oposición a Kioto, EE UU lidera la apuesta por las renovables

El Virginia Polytechnic Institute and State University se impuso en las 10 pruebas que puntuaron la eficiencia energética, el diseño arquitectónico, la ingeniería y construcción, los sistemas solares, el balance energético, las condiciones de bienestar, el equipamiento y funcionamiento, la comunicación sobre el proyecto y la concienciación social sobre el uso de energía renovable, la industrialización y la viabilidad de la vivienda en el mercado, la innovación y la sostenibilidad.

La del Estado de Virginia, de trazos depurados y diseño sencillo, está inspirada en la casa Farnsworth que el arquitecto alemán Mies van Der Roher levantó entre 1945 y 1951 para la doctora Farnsworth en Chicago.

La de Roher era una caja de cristal y acero elevada, con una estructura que parecía que flotara sobre el suelo. Tras medio siglo de existencia, los estudiantes de la Universidad de Virginia han reproducido aquel modelo en una configuración abierta que conecta a los habitantes de la casa y a éstos con la naturaleza del exterior.

El diseño es digno de estudio. Cuando llega el buen tiempo, las ventanas se abren, ampliando el espacio "físico y psicológico", ganando sensación de amplitud.

La planta de la vivienda duplica su tamaño y las paredes norte y sur desaparecen, convirtiendo todo en un espacio abierto.

Las diversas capas del sistema cambiante de muros permiten diversas modalidades de espacio y así distintas percepciones.

Este diseño por módulos hace que sea extensible, como en el juego de Lego, colocando unas unidades encima de otras hasta crear una vivienda con tres o cuatro habitaciones.

Calor radiante

La eficiencia también se aplica al empleo de la energía. El suelo de hormigón incorpora un sistema de calor radiante, que calienta a través de una bomba geotérmica que en invierno extrae calor de la tierra y en verano utiliza la tierra como refrigerante.

Este proceso exige menos esfuerzo a todo el sistema, haciéndolo más eficiente. En verano, esta misma bomba geotérmica también produce agua caliente.

Las placas fotovoltaicas que cubren el tejado se mueven en función de la orientación del sol, para maximizar la eficiencia energética. Este sistema, al igual que la temperatura, la luz y el cierre y apertura de espacios pueden controlarse desde un teléfono. La Lumenhouse está hecha para aprovechar al máximo la luz del día.

La casa Ikaros de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Rosenheim, en Alemania, obtuvo el segundo puesto en la competición, de un total de 17 equipos universitarios que se dieron cita en la recuperada ribera del Manzanares.

El equipo de Rosenheim ha creado una vivienda en la que los paneles fotovoltaicos de la cubierta y de la fachada ofrecen la energía necesaria y un sistema de refrigeración de aire solar controla la temperatura y la humedad.

Este proceso queda reforzado por el material que está integrado en las paredes y en la cubierta de la vivienda. El calor que rechaza el sistema de refrigeración solar se utiliza para calentar el agua doméstica.

El tercer puesto fue para el prototipo de la Universidad de Stuttgart, que creó una casa teniendo en cuenta condiciones climáticas extremas, similares a las que se registran en las zonas desérticas y en las que el sistema de refrigeración necesita gran cantidad de energía. De hecho, para darla forma se tuvieron en cuenta criterios de construcción tradicionales de este tipo de regiones.

Además, la vivienda funciona por un lado con una cantidad de masa térmica más importante pero sobre un volumen de edificio lo más pequeño posible, para de esta manera ofrecer muy poca superficie de absorción por el sol. Pese al aislamiento de la vivienda, debe refrigerarse por sí sola. Por ello, la torre de energía captura el viento, enfría el aire y lo transporta al interior.

Casa Ikaros. Luces y sombras de cristal

El proyecto de la Universidad alemana de Rosenheim juega con las luces y sombras que dan los cristales, protagonistas de la vivienda. La casa es atractiva por dentro y por fuera, de día y de noche, gracias a su sistema de sombreado controlado, que tiene en cuenta el ángulo con el que la luz del sol incide sobre la casa. La vivienda se organiza en cuatro módulos para adaptarse a todas las necesidades del hogar (espacio de trabajo, dormitorio, cocina, etc.).

Stuttgart. El clima de un patio interior

En la vivienda de la Universidad de Stuttgart, el volumen se divide en módulos sencillos que se pueden unir entre sí. Estas uniones se utilizan para la iluminación, la ventilación, el calentamiento en invierno y la refrigeración pasiva en verano. La torre de energía tiene en esta casa un papel fundamental, junto al viento y al sistema de evaporación que permite refrigerar la atmósfera en climas secos y cálidos como el de Madrid y de urbes que registran altas temperaturas.

Fab Lab House. Con huerto propio

El invento del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña ganó el premio del público, con esta osada vivienda construida a partir de 26 m3 de piezas de madera de pino blanco, cortadas digitalmente con máquina láser y montadas de acuerdo a formas curvas y onduladas.Con este diseño orgánico se ha querido crear una estructura flexible, adaptable al clima de diferentes países y respetuosa con la superficie en la que se instale. Los cimientos de la casa elevan la planta sobre el terreno, para crear una zona que permita instalar un huerto para abastecer a los habitantes de la casa. La vivienda responde a los criterios de autosuficiencia, ya que permite generar energía, alimentos y útiles.

Las cifras

1945 fue el año en el que el arquitecto alemán Mies van Der Roher creó la casa Fansworth, en la que se inspiró la Universidad de Virginia, ganadora de la competición Solar Decathlon.200.000 personas visitaron las instalaciones del concurso en las riberas del Manzanares, en Madrid.17 universidades de siete países compitieron con un prototipo de vivienda de 75 metros cuadrados alimentado exclusivamente con energía solar fotovoltaica. El jurado analizó 10 pruebas, desde la sostenibilidad hasta la ingeniería.

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