"Veremos las primeras plantas fotovoltaicas en el Magreb en 2016"
Solá dirige desde 2009 el grupo Schott Solar en España, una de las empresas que participan en el proyecto Desertec, que pretende generar energía eólica y solar en el norte de África para su consumo en Europa.
La compañía Schott Solar es líder en la fabricación del tubo receptor que hace posible la generación de energía en tecnología solar y miembro, junto a compañías de todo el mundo, del millonario proyecto Desertec, con el que se pretende llevar en la próxima década energía eólica y solar a Europa desde el norte de África.
¿En qué momento se encuentra el proyecto Desertec?
Desde octubre de 2009, cuando se lanzó, hemos trabajado en dar a nuestros políticos de la Unión Europea y de los países del norte de África argumentos para soportar cambios regulatorios que faciliten el establecimiento de interconexiones eléctricas que permitan evacuar la energía eléctrica generada en el norte de África para su consumo en Europa.
¿Cuáles son esos cambios regulatorios?
En la UE ya existe la posibilidad, para los países excedentarios en electricidad de fuente renovable, de vender esa energía a otros países europeos para cumplir los objetivos del año 2020. Es decir, la base está ahí, lo que pasa es que cada Estado miembro tiene su propio operador energético y su propio organismo que regula las conexiones. O puede incluso tener varios. Hoy solo hay recomendaciones en la UE para que Francia, por ejemplo, se ponga de acuerdo con España para la ampliación de las conexiones o para que los acuerdos entre los países para nuevas conexiones tengan realmente lugar.
La última interconexión con Francia fue en los años ochenta. ¿En qué horizonte esperan ese cambio regulatorio?
Es casi utópico, pero sensato, que exista un operador europeo único. Lo cierto es que si en 2050 hemos de tener una conexión de 33 GW entre España y Francia, como está previsto, hay que ponerse en marcha.
Sin las interconexiones internacionales, ¿Desertec puede realizarse?
Se tendría que pensar en otras tecnologías, como el hidrógeno.
El marco político es decisivo para Desertec. ¿Qué solidez tiene el Plan Solar Mediterráneo impulsado por Zapatero y en el que se apoyan?
La vertiente política siempre tiene que existir. Es la base de cualquier otro tipo de actividad. Si no fuera sólido, Desertec seguiría siendo una idea de los tecnólogos, pero no se hubiera podido crear. Claro que es sólido, se está trabajando, pero su velocidad no es apreciable en el corto plazo.
¿Qué plazo se han marcado para su desarrollo?
Veremos las primeras plantas en 2016, y a partir de ahí dependerá de cómo se vayan consiguiendo las conexiones.
¿Así que en diez años llegará electricidad del norte de África hacia Europa?
El proyecto es un reto y una ilusión. Estamos involucradas empresas de todo el mundo, entre ellas aseguradoras, porque el riesgo por motivo de cambio climático está subiendo muchísimo.
Despliegue. "Desertec es más que un proyecto inversor"
Dice Schott Solar que Desertec no es solo un plan inversor en el norte de África, sino que va más allá y supone la transferencia de nuevas tecnologías a esos países.
¿Tiene la comercialización de energía eléctrica renovable entre Europa y África un flujo de ida y vuelta? Todas las líneas de conexión permiten exportar e importar, puede ir en los dos sentidos. Pero se trata de nutrir a Europa de renovables de manera unidireccional, ya que la previsión es que la demanda eléctrica sea mucho mayor en este continente que en el norte de África. Estas tecnologías tienen que poder venderse de forma correcta a esos países, no considerarse solo como una inversión industrial para exportar energía, sino que también tienen que aportar un interés de desarrollo, de transferencia tecnológica.¿Cuál será la aportación de tecnología y de negocio de Schott Solar a Desertec?Somos líderes en la fabricación de tubos receptores solares para la generación de energía solar termoeléctrica. Nos gustaría que todas las plantas solares del proyecto llevaran incorporado nuestro producto.