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Entorno

Sentencia al negocio del atún rojo

Veto a la exportación a Japón para proteger la especie. España será el país más afectado.

Sentencia al negocio del atún rojo
Sentencia al negocio del atún rojo

La pesca del revés, la trampa que los almadraberos ponen al atún rojo en su regreso del Mediterráneo al Atlántico en el mes de septiembre ya no es rentable. La campaña de 2008 se saldó con apenas una captura. El bajón de la especie, que habría perdido un 85% de sus ejemplares, según los expertos, empujará en marzo a la prohibición de su comercio internacional, tras un boom de esta pesca sin precedentes, propulsada por el éxito del sushi en Japón.

Bruselas ha dado su visto bueno a la medida. La Comisión Europea recomendará a los Veintisiete que den su apoyo a la inclusión del atún rojo en la lista de especies amenazadas, durante la Convención del Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), que se celebrará en Doha (Qatar), entre el 13 y el 25 de marzo. Dado que la UE vota en bloque, con una sola voz, España deberá posicionarse en los próximos días, tras el aval del Parlamento Europeo y de países como Francia e Italia, que han dado un giro inesperado a favor de la prohibición.

Bruselas defenderá una moratoria de un año en la aplicación de la medida para frenar el impacto sobre las pesquerías. Se aplicaría en marzo de 2011.

Estos dos países más Portugal, Malta, Chipre y Grecia han bloqueado hasta ahora la inclusión del atún rojo en Cites. La posición española ha sido ambigua, aunque su papel de presidente de turno de la Unión Europea le obliga a tener en cuenta el consenso que se ha perfilado a favor de la restricción comercial.

En concreto, la medida supondrá el paro de las exportaciones de atún a Japón, el primer consumidor mundial, que absorbe el 90% de este mercado, gran parte procedente de los caladeros españoles.

España será uno de los países más afectados, por tener la mayor cuota de pesca y el mayor índice de puestos de trabajo. Un total de 1.500 personas trabajan en este sector, en el que el 90% corresponde a la pesca artesanal, en las almadrabas de Cádiz y en los arrantzales del País Vasco.

Las almadrabas atraviesan un momento crítico. Hoy sólo quedan cuatro en activo (Barbate, Conil, Zahara de los Atunes y Tarifa), lejos de las decenas que existían hace algunos años.

Los almadraberos consideran injusto que se penalice su actividad, considerada la más sostenible para la pesquería de atún rojo. "Las almadrabas no han sido responsables del deterioro de la especie, sino otras artes como el cerco industrial", ha explicado el alcalde de Conil de la Frontera, Antonio Roldán.

La pesquería de cerco ha mostrado su desánimo y preocupación por el inminente freno a la exportación a Japón. Ametlla de Mar (provincia de Tarragona), donde el atún da empleo a 400 personas, ha llamado a "la unidad política para defender nuestra pesquería".

Si las almadrabas representan el 10% de la actividad, los barcos de cerco suponen el 75% de las capturas declaradas en el Mediterráneo. Esta pesquería será la más afectada por la prohibición de la exportación de la pesca de atún a Japón. Para los expertos, esta modalidad de pesca habría propulsado la proliferación de granjas de engorde de atún en las costas y, así, la pesca ilegal.

Francia, Italia, Turquía y Libia lideran las capturas ilegales. Mientras España dispone de seis barcos de cerco, el país galo cuenta con más de 30, cuando dispone de menos toneladas de cuota anual. De respetar las capturas asignadas, el negocio no es rentable, así que atunes pescados de forma ilegal, con un cambio de bandera en aguas con legislación más laxa ha sido la práctica habitual de los últimos años.

Los cálculos de la consultora especializada ARTR arrojan un total de 400 millones de euros de beneficios gracias a la pesca ilegal en 2008.

Pero esta pesca también ha empezado a mostrar signos de agotamiento. Una regulación cada vez más estricta y ejemplares más pequeños han llevado los precios a la baja, mermando la rentabilidad del negocio. "En 2009, el atún de jaula ilegal se pagaba entre dos y tres euros el kilo, llevando a la baja el precio del atún por vía legal", explica Raúl García, de WWF España, una de las organizaciones que han impulsado la inclusión de esta especie en Cites.

De aprobarse en marzo en Doha, la prohibición de la exportación a Japón será un varapalo a los organismos reguladores internacionales. Los científicos de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (Icaat, por sus siglas en inglés), el organismo regulador de esta pesquería a escala internacional, han recomendado en repetidas ocasiones reducir la cuota anual de capturas de atún rojo y cerrar la pesquería durante la época de reproducción del atún (mayo, junio, julio).

Sin embargo, los sucesivos planes de gestión han aprobado mayor cuota que la recomendada por los expertos.

En 2009, el Icaat aprobó un total de 22.000 toneladas, mientras los científicos del mismo organismo recomendaron entre 8.000 y 15.000 para permitir la recuperación de la especie.

Llevar esta pesquería a Cites, de carácter más estricto por su competencia conservacionista, "supone una reprimenda pública a Icaat", explica García. El sector pesquero industrial español, que considera infundada la alarma científica, ve en este paso "un menosprecio" a la labor de las organizaciones internacionales, que han reducido en un 40% la cuota mundial, según ha explicado el secretario general de la Confederación Española de Pesca, Javier Garat.

Tokio se guarda una carta de miles de toneladas

Japón no es partidario de que el atún rojo, la estrella de su gastronomía, entre en el catálogo de especies protegidas de Cites. Sería la primera vez que una especie de explotación pesquera es gestionada por un organismo de conservación. Su aplicación supondría una baja considerable en el suministro a su enorme mercado importador.Tokio prefiere que se mantengan las restricciones en la cuota mundial de pesca. Aunque tampoco está siendo muy claro. El embajador japonés en España, Takahashi Fumiaki, se ha mostrado partidario de "seguir con el control de las capturas de atún rojo mientras así lo exijan los organismos internacionales", según explicó la semana pasada en una reunión con el Gobierno de Murcia. Esta región ha sido durante años la punta de lanza de la exportación a Japón de atún rojo de granja. De hecho, el gigante Mitsubishi ha formado un tándem millonario junto a los hermanos Fuentes.Pero Tokio no está preocupada por el suministro. Inmensos hangares frigoríficos guardan hasta 23.675 toneladas congeladas de atún rojo del Atlántico y del Pacífico, según los datos del servicio de pesca del Gobierno nipón, de noviembre de 2009. La cifra podría duplicarse o triplicarse si se incluye el atún que empresas niponas mantienen en congeladores de Papúa, Vietnam, China y Taiwán, suficiente para varios años de consumo de sushi.

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