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Juan Velayos. Consejero delegado de Renta Corporación

"Esta crisis es como una tormenta perfecta"

Dice que quien resiste gana. Se ha estrenado como alto ejecutivo en plena crisis, pero reconoce que es el mejor máster que ha podido recibir. Su receta para la coyuntura actual: rigor y sentido común

Era socio del área mercantilista en el despacho de abogados Uría Menéndez y preparó como letrado la salida a Bolsa de Renta Corporación. El flechazo fue mutuo: en 2007, Juan Velayos, barcelonés, de 36 años, se incorporó al grupo inmobiliario y un año más tarde fue ascendido a consejero delegado. Dice que tiene suerte con su trayectoria profesional, pero detrás de ese componente, importante para el desarrollo de una carrera, hay mucho trabajo.

Fue ascendido en verano de 2008, en plena crisis económica. ¿Mala época para asumir la gestión de una empresa inmobiliaria?

En términos de mercado es un momento complicado, pero también es un momento que genera grandes recompensas, porque hay que dar la vuelta a una situación compleja. En un mercado con un endeudamiento elevado y con ciertas incertidumbres, conseguir tener estabilidad en la compañía es un gran logro. A pesar de la dureza y de la tensión, te sientes reconfortado.

¿Por qué le confiaron este puesto de responsabilidad?

Creo que tenía una gran sintonía humana y profesional con el equipo de Renta desde que colaboré en su salida a Bolsa, un momento en el que se generó una gran afinidad y complicidad, me identificaba con los valores de la compañía. A partir de ahí surgió la oferta de trabajo.

¿Con qué valores le atraparon?

Con un trato humano cercano. El mismo presidente de la compañía se refiere a Luis Hernández de Cabanyes se encarga de generar y promover esos valores, basados en la rigurosidad y el pragmatismo, con los que me identifico plenamente. Además el enfoque comercial que tiene la compañía es que a veces se tiene que ganar menos para ganar. El largo plazo es lo que importa y eso me sedujo bastante. El equipo humano está por delante de todo.

¿Qué falló para que el sector inmobiliario esté a la deriva?

Se dejó llevar por una inercia extremadamente favorable, y entre todos no fuimos capaces de ver que esa inercia se convirtió en exceso. Nadie supo ponerle freno aunque se veía venir. Todos los jugadores son culpables, pero también se debe a los ciclos económicos. Esta crisis espero que nos haga aprender muchas lecciones sobre lo que no se debe hacer, para que sepamos hacer las cosas mucho mejor. Esta crisis tiene un componente de tormenta perfecta fenómeno caracterizado por la coexistencia de dos o más masas de aire de diferentes temperaturas, que genera lluvia, vientos, truenos, relámpagos, granizo. Desde 2007 estamos en crisis y es la mejor manera de acordarte de que siempre tenemos que gestionar con rigor.

Pero en los últimos años se habían cometido algunos atropellos en su sector.

Creo en el libre mercado, es la ley de la oferta y de la demanda. ¿De quién es la culpa, de quien pone el precio o del comprador? Si desde los ámbitos regulatorios y financieros se hubieran tomado medidas que frenaran el libre mercado, igual habría habido mayor control. Cortar el crédito no habría sido malo, como tampoco subir los tipos de interés. Seguro que las inmobiliarias deberíamos endeudarnos menos, ya que de esta manera afrontaríamos mejor la situación. Es difícil seguir sin estar en esa vorágine en la que estábamos metidos.

¿Qué lecciones cree que han aprendido?

Creo que sobre todo hemos aprendido sobre el endeudamiento, el rigor que debemos tener sobre estos temas, además de saber minimizar el riesgo. Somos una empresa que no tenemos aversión al riesgo, pero ahora mantenemos un mayor control y una política de costes rigurosa. Y el día que esto mejore tenemos que seguir aplicando la máxima exigencia en el rigor y en el control de costes. No podemos volver a cometer excesos.

¿Cómo deberían gestionar las entidades financieras su bolsa de activos?

Una gran necesidad del mercado es que empiece a haber precios, reglas de juego cada vez más claras, eso ayudará a que la banca tenga claro qué es lo que tiene que hacer con su parque inmobiliario. No han podido gestionarlo con criterios inmobiliarios, lo están haciendo con criterios económicos y financieros. La banca necesita tomar decisiones de carácter inmobiliario, saber a qué valor lo va a vender o si quiere o no venderlo. La banca ahora es competencia de los grupos inmobiliarios, pero no nos preocupa en exceso porque no tienen capacidad para el suelo del que disponen ni el parque del que disponen, tendrán que ser asesorados y ver qué precios aplican. Además, tienen la presión del Banco de España y la incertidumbre sobre sus cuentas de resultados. También es cierto que en la banca hay excepcionales gestores, pero en los temas inmobiliarios tienen que ser más decididos a la hora de gestionar.

¿La manera de gestionar también ha cambiado, se hace con otros criterios?

Por supuesto. Hacemos un ejercicio riguroso y permanente de revisión de las grandes palancas de valor. Después de trabajarlo, nuestro ADN es el mismo y nuestro modelo de negocio es nuestra mayor fortaleza, porque compramos, transformamos y vendemos. Nuestro modelo, que es el que queremos hacer, es de rotación y de permanente actualización. Nos hemos adaptado a lo que dicta en estos momentos el mercado, con todo lo que ello conlleva.

¿Renta Corporación está saneada?

Tenemos una compañía sana, con un ritmo recurrente de ventas y un modelo de negocio validado. Nuestra rotación es ágil, desde que captamos un inmueble hasta que lo tenemos listo para la venta pasan entre cuatro y cinco meses. Lo que compramos hoy estamos obsesionados con venderlo mañana. Nuestras operaciones las realizamos con el objetivo de limitar el riesgo financiero y de mercado. Pretendemos maximizar la rentabilidad y la rotación.

¿Cuándo prevé que haya una recuperación del sector?

Trabajamos para ello porque todas las ventas que hacemos son ventas sanas. Esto quiere decir que generamos operaciones con margen positivo, lo que contribuye al bienestar del grupo pero también al del sector. Todavía nos queda un largo camino por recorrer, creemos que los brotes verdes como grupo empezaremos a verlos a la mayor brevedad posible. No tengo la certeza de que pueda ser este año, pero seguro que será en 2011. Lo bueno es que nos marcamos retos y se van cumpliendo.

¿El mercado local está en peor situación que el internacional?

Nuestras plazas vitales son Madrid y Barcelona hoy por hoy, pero tenemos estructura internacional y creemos en ella. Estamos en un entorno globalizado y la recuperación vendrá guiada por un cambio de ciclo. Por tanto, nadie tiene la bola de cristal para apostar por un modelo diferente. Los mercados anglosajones son los que tienen un modelo más rentable, muy líquido, y son interesantes. París es un mercado estable y no ha habido la gran sobreoferta de otras zonas. Berlín, por ejemplo, es una plaza que no da sorpresas, pero las plazas claves donde invertir para nosotros son las españolas.

¿Cómo se ve a Renta Corporación en el mercado y fuera de España?

Tenemos un nombre reconocido y una forma de hacer negocio de manera honesta y responsable. Se nos reconoce también una carrera exitosa de 20 años, con un modelo novedoso que aporta valor añadido a los clientes. Vamos poco a poco, operación tras operación, todavía tenemos mucho trabajo por hacer en el mercado internacional.

Durante los últimos años, la construcción y el inmobiliario han sido locomotoras de la economía española; algunos apuntan a que es necesario ir hacia otro modelo productivo y demonizan a estos dos sectores, ¿seguirán siendo el motor de crecimiento?

Es bueno que la economía se diversifique, a lo mejor ha dependido de estos dos sectores en exceso, pero de lo que no tengo duda es de que España va a contar con el sector inmobiliario y de la construcción como clave de la economía, seguirán siendo motores de crecimiento. De esta crisis va a salir un sector inmobiliario fuerte, con un futuro a medio y largo plazo. Además, una parte de la viabilidad del sector financiero depende del inmobiliario. Existe una demanda real de inmuebles, sobre todo en los centros de las ciudades. Otro asunto son las segundas residencias o los inmuebles situados a las afueras de las ciudades.

¿Han bajado los precios de las viviendas?

En algunos lugares ha habido correcciones en los centros urbanos del 40%. El mercado es sabio, a determinado precio se absorbe con rapidez, aunque creo que no debería haber más correcciones de precio. Otra cuestión es que hay propietarios que no han querido asumir esa pérdida de valor.

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