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Se busca un Nobel español en ciencias

El Campus de Excelencia, que ha reunido en Madrid a estudiantes y premios Nobel, lanza una iniciativa para lograr el galardón sueco en los próximos 30 años.

Money, money, money". Esa es la receta que el estadounidense Hamilton Smith, Nobel de Medicina, recomienda al Gobierno español si quiere mejorar la investigación y conseguir un galardón de la Academia sueca en alguna de las categorías de ciencias, campo donde se requiere una alta I+D+i. "Si España desea un Premio Nobel en los próximos 30 años, debe destinar recursos económicos", apostilla.

La operación que se podría bautizar como Un Nobel para España fue lanzada esta semana desde la quinta edición del Campus de la Excelencia, celebrado en Madrid en el Teatro Quinto. En esta experiencia, impulsada por el médico y catedrático canario José Ramón Calvo, se reúnen premiados con el prestigioso galardón y un centenar de alumnos de todo el mundo, principalmente españoles. En esta ocasión, 19 nobeles han tenido la oportunidad de ofrecer sus conferencias, pero además han podido compartir experiencias con los alumnos, casi todos de posgrado y escogidos por la organización y sus universidades.

"Aquí no hay protocolos. Los estudiantes hablan con los nobeles, todo el mundo puede charlar con quienquiera. Está prohibida la sala vip". Esta interacción ha logrado que en las diferentes ediciones muchos doctorandos hayan conseguido resolver dudas para sus tesis, gracias a la ayuda de los científicos y otros expertos que pasan por el congreso, así como incorporar a sus trabajos visiones de otras disciplinas académicas. "Por aquí ya han pasado 40 nobeles. Se ha creado una gran familia. A ellos les encanta hablar con los estudiantes, por eso renuncian a sus honorarios para venir. Es bonito ver juntas a dos generaciones de pensadores".

Calvo ha querido en esta edición dar una vuelta de tuerca más con la operación Nobel. "El programa, que en este momento está en la fase presupuestaria, tendrá como principales ejes de trabajo la movilización desde la sociedad civil y la cooperación con las universidades y el asociacionismo juvenil". La iniciativa es un modo de llamar la atención sobre las carencias de la ciencia española. "Hay estudios que dicen que estamos a la altura de Paquistán, si se relaciona nobel e inversión en I+D", asegura.

"Conseguir el Nobel no es el objetivo en sí mismo de Calvo, sino que el premio demuestre que se ha alcanzado el cenit de la capacidad investigadora española", explica, "además de cambiar la mentalidad de los jóvenes, que aprendan del gusto de descubrir por descubrir y que es posible divertirse con la ciencia".

Como herramientas para lograrlo, claramente incipientes, se creará una red social en internet "en donde se puedan compartir experiencias entre estudiantes", señalan desde la organización. Asimismo, se celebrarán conferencias, se lanzará "un juego de la oca del conocimiento", explica Calvo, y se realizarán "acciones en institutos y universidades".

Además, el estadounidense Jerome Friedman, Nobel de Física, presidirá este programa que impulsa Campus de la Excelencia y al que se podrán sumar las universidades españolas que lo deseen. Formarán parte del comité otros cinco galardonados: Hartmut Michel (en Química), Edmond Fisher (Medicina), Sheldon Lee Glashow (Física) y Robert Huber (Química). Pero todas estas iniciativas quedarán en balde si no se es capaz, finalmente, de dotar al programa de financiación y de convencer a las universidades.

"Los recién doctorados salen a otros países como Estados Unidos, Alemania o Gran Bretaña para poder ampliar currículo y, cuando se plantean volver, las condiciones que se les dan son tan difíciles que casi el 80% opta por quedarse fuera, en un exilio forzoso en el extranjero", denuncia Alai Juan, presidente de la Asociación de Jóvenes Investigadores de Madrid. Este científico, que pasó por el Campus de la Excelencia, afirma que es necesario que la nueva Ley de la Ciencia tenga en cuenta a los jóvenes investigadores y potencie su retorno: "El Gobierno español está diciendo que España necesita unos 50.000 nuevos investigadores para poder lograr los niveles que necesita nuestro país y, por el contrario, no fomenta unas condiciones dignas para que podamos continuar nuestra actividad en España".

El rechazo del 'cole'

Una profesora de un colegio cercano quiso invitar a sus alumnos al campus, pero la dirección del centro lo rechazó "porque los niños estaban en evaluación". "Tuvieron la oportunidad de ver y aprender de los nobeles. Eso da medida de la clase de educación que tenemos", señalan desde la organización.

Hartmut Michel. Premio nobel de Química: "Los biocombustibles no deberían desarrollarse"

El hilo conductor del Campus de la Excelencia 2009 ha sido la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio o, simplemente, cómo mejorar un mundo lleno de pobreza y desigualdades. El alemán Hartmut Michel fue galardonado en 1988 con el Nobel de Química por sus estudios sobre la fotosíntesis y su aplicación en la biomasa y los biocombustibles.Las opiniones de Michel sobre cómo conseguir mejorar este mundo no dejan indiferentes a nadie. "Hay que parar el crecimiento de la población. Es lo prioritario. Si con 6.000 millones de personas ahora hay dificultades en la alimentación, en 2050, cuando se esperan 9.000 millones, será incontrolable".Pero más curioso resulta que precisamente él apueste por la reducción de las energías surgidas de los cultivos, porque encarecen los precios de los alimentos. "Los biocombustibles no deberían desarrollarse. El futuro para el transporte de uso privado es el coche eléctrico". Del campus saca en positivo el intercambio de reflexiones con expertos y se muestra encantado de compartir vivencias con los estudiantes.

Bernat Soria. Investigador y ex ministro de Sanidad: "Como científico me preocupa por qué no llegamos al nivel"

¿Por qué no hay un nobel español en ciencia? "Sobre esa pregunta hay que hacer una reflexión profunda, no tiene una sola respuesta", asegura Bernat Soria, investigador del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa y ex ministro de Sanidad. "Me preocupa como científico; ya nos tocaría, porque en otros ámbitos estamos muy avanzados. El Sistema Nacional de Salud ha mejorado mucho en los últimos 20 o 25 años y algunos rankings lo sitúan como el cuarto mejor del mundo. En el PIB per cápita también hemos avanzado mucho en los últimos años, incluso superando a Italia, algo hasta hace poco inimaginable. ¿Por qué no sucede lo mismo en educación o en ciencia?", reflexiona Soria. "Como científico me preocupa que no lleguemos al nivel que tenemos en otras materias". "Es un asunto de inversión, de apuesta por los jóvenes, un tema que exige recursos", detalla el ex ministro.Sobre el campus dice que le atrae porque es un congreso fuera de lo común, multidisciplinar, donde no sólo se habla de medicina o de física, sino que un ingeniero puede hablar con un filósofo o con un químico.

Álvaro Rubio. Graduado de la Politécnica de Madrid: "Más que un congreso se requiere iniciativa política"

Álvaro Rubio, ingeniero técnico forestal por la Universidad Politécnica de Madrid, es escéptico sobre la utilidad de encuentros como el del Campus de la Excelencia para conseguir objetivos como mejorar el mundo o encontrar nobeles españoles. "Más que haber hecho algo, para que reconozcan con el premio importa más, muchas veces, que salgas en los medios o que tengas influencias", cree. "Puede quedar muy bonito, pero más que un congreso se requiere más iniciativa política", dice también sobre el objetivo de reducir las desigualdades.Tampoco es muy optimista sobre la situación de la universidad española: "Le faltan prácticas, es muy teórica, debería ser más pragmática".Explica, ya que es su campo de trabajo, que mucha de la pobreza del mundo se podría reducir si se explotaran correctamente los montes. "El 10% de la población vive de ello. Si se fomentara y ordenara la explotación forestal, como la selva o los pastos, la población rural podría sacar muchos beneficios, a la vez que el medio ambiente se mantiene".

Fernando Padovan. Alumno de la Universidad de São Paulo: "Hay que cambiar la mentalidad de las personas"

Es biólogo y actualmente realiza una tesis sobre los efectos colaterales del párkinson. Fernando Padovan ha viajado desde São Paulo (Brasil) becado por su universidad para asistir a este congreso. Tiene claro que quiere charlar con los premios nobeles y otros expertos para "compartir conocimientos, también sobre cómo buscar empresas, cómo crear contactos", explica. El primer nobel al que se acercó para hablar fue el inglés Richard Roberts, premio Nobel de Medicina, porque le gustó la forma con la que abordaba los temas en su conferencia: "Era muy directo, denunciando las dificultades para que el conocimiento llegue a las personas, por ejemplo, con los datos del genoma humano".De su país y de las desigualdades en el mundo tratadas en este evento opina: "Hay que cambiar la mentalidad de las personas, se debe mudar la educación", dice en un buen castellano. "Brasil está creciendo, pero seguimos con una alta desigualdad", apunta María Fernanda Laus, que realiza estudios de psicobiología y es novia de Padovan y asistente también a las jornadas.

Juan Verde. Presidente de la Fundación Biosfera: "Hace falta una gran reforma en el sistema educativo"

Ha sido el hombre de Al Gore en España para su iniciativa ecológica. Después, asesor de Barack Obama. El presidente de la Fundación Biosfera, Juan Verde, acude al campus por ser "una de esas raras iniciativas que carecen de fin comercial y que buscan fomentar el conocimiento humano, para aportar ideas", señala. "Me gusta el espíritu de unir a los líderes de hoy con los líderes de mañana".Verde, con títulos de universidades extranjeras, cree que para conseguir un Nobel español y potenciar la I+D "hace falta una gran reforma en el sistema educativo". "La universidad debe contar con un enfoque más pragmático, estando más cerca de las necesidades de las empresas", asegura. No entiende "la connotación negativa que tiene el sector privado dentro de la enseñanza", ya que son las compañías "las que generan empleo, las que asumen el riesgo".Respecto a la próxima cumbre sobre cambio climático, es optimista por la sola presencia de Obama y del primer ministro chino. "Copenhague es el comienzo. La gran última oportunidad".

Miguel Gallardo. Alumno de la Universidad de Alicante: "Para investigar hay que salir fuera en muchas ocasiones"

"Falta estructura. Con la investigación vamos a tirones", cree Miguel Gallardo, alumno de la Universidad de Alicante. "En cuanto a las personas, la ciencia está muy bien, hay mucho talento, pero para investigar hay que salir fuera en muchas ocasiones".Gallardo ha estudiado Biología y Veterinaria y actualmente realiza su tesis sobre zoología de vertebrados en el Atlas marroquí. Cree que a la universidad española le falta "un enfoque más realista y más práctico". æpermil;l ha salido fuera para formarse, en Finlandia y en la Isla Reunión (Francia), y explica que en Finlandia, por ejemplo, todo el año académico consistió en realizar prácticas en clínicas junto a un profesor. "Hay que cambiar las cabezas de los profesores, incluso las de los más jóvenes", porque tienen una visión muy teórica de sus clases, opina.Ha acudido a todas las ediciones de los Campus de Excelencia; al primero como voluntario, porque estaba en primero de carrera, y ahora se ha convertido en coordinador de voluntarios del evento. "Aprendes de economía, de medicina, de muchos campos".

Patricia Breuer. Coordinadora de Ashoka: "Queremos atraer a otros inversores sociales"

Patricia Breuer ha viajado desde Argentina para impulsar una iniciativa novedosa vinculada al Campus de la Excelencia. Su ONG, Ashoka, con sede también en España, va a lanzar tres concursos online para emprendedores sociales sobre acceso a la salud, violencia doméstica y hambre.Esta asociación tiene experiencia en este tipo de concursos. Junto a empresas como Nike o National Geographic ya los han convocado sobre diferentes causas. A ellos se presentan "emprendedores sociales", explica Breuer, "unos 250 o 300, de los que quedan 12 o 15 finalistas". Después, la comunidad virtual elige a los tres mejores, que consiguen alrededor de 5.000 dólares (3.300 euros) con los que iniciar sus proyectos asociativos."El premio es una excusa. A ellos les da visibilidad. Queremos así atraer a otros inversores sociales", destaca. Gracias a estas iniciativas asegura haber atraído 30 millones de dólares (19,9 millones de euros) a los proyectos. En Madrid aprovechan para reunir a emprendedores sociales con los nobeles y otros líderes, para conseguir ideas.

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