"Tenemos una maraña de contratos que nos hace menos competitivos"
Ingeniero industrial, nacido en Barcelona hace 56años, es el portavoz de un colectivo de 220 empresarios que aportan el 14% del PIB. Su cometido, asegura, es abrir debates ygenerar opinión para mejorar la productividad de este país.
Está dolido porque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no se ha reunido con la junta directiva del Círculo de Empresarios en cinco años, el tiempo que hace que preside la institución. Ha desempeñado cargos ejecutivos en distintas entidades, como Banco de Bilbao, Dillon, Read Overseas Corporation, Banco de Progreso y Lehman Brothers, donde fue responsable del negocio en España y Portugal hasta 2004, y hasta 2006 como presidente no ejecutivo.
¿Qué retos urgen para hacer frente a la crisis económica?
Debería haber una obsesión por la falta de competitividad que tenemos, ya que España se encuentra en el número 29, y eso tiene una explicación debido a nuestro modelo productivo. Creo que es necesario reconducir algunos retos y reformas, como la educación y la inflexibilidad del mercado laboral. Ya lo dicen todos los rankings, tenemos una estructura laboral injusta. Una parte de los trabajadores tienen contrato fijo y una parte importante, el 30%, temporal, que son los que sufren toda esta inflexibilidad, de manera que en las empresas no son los menos productivos ni los menos entusiastas ni los menos inteligentes, sino los más baratos, los que se ponen en la calle. El coste no puede ser el único criterio para producir un desempleado. El tema regulatorio no se aborda.
¿Por qué razón?
Porque parece un asunto menos ameno, áspero, pero que tiene una gran importancia en los costes que soporta una compañía. Existe un exceso de regulación por parte de las comunidades autónomas, las instituciones locales, los organismos internacionales y los estatales, y no se hace de manera coordinada, sino de forma diferencial, y eso hace que sea ineficaz. Por ejemplo, hay distintas regulaciones para el transporte de viajeros dependiendo de la comunidad autónoma. ¿Qué sentido tiene? Hay que simplificar los trámites y abaratar el cumplimiento de las normativas, o los protocolos médicos que no son exportables entre comunidades autónomas. Otra reforma necesaria tiene que ver con la justicia, con la elección de jueces, que no deberían ser nominados por los partidos políticos, sino por organismos que no tuvieran en cuenta el color político. Se debería utilizar más el arbitraje con el fin de agilizar las cargas que tienen los juzgados. A los inversores extranjeros les frena el sistema jurídico que tenemos.
¿Qué otros factores frenan la inversión extranjera?
La logística en España es buena, en parte por las ayudas recibidas de la UE, aunque siempre mejorable. Lo que frena es la regulación laboral, la fiscalidad, la seguridad jurídica y el marco regulatorio.
¿Qué medidas se necesitan para reformar el marco laboral?
Me pone de mal humor cuando escucho que los empresarios quieren abaratar y facilitar el despido. Las medidas que hemos propuesto afectan a los nuevos empleos, no a los que ya están creados. Lo prioritario es hacer que el colectivo de parados vuelva al mercado de trabajo y para ello hacen falta incentivos y generar confianza. Se deben simplificar las modalidades de contratación, en Estados Unidos no se pregunta qué modalidad de contrato se tiene y aquí tenemos una maraña de contratos y de funcionalidades que nos hacen menos competitivos. Otro tema preocupante es la movilidad geográfica.
Los empresarios se quejan de la resistencia a la movilidad.
Cuando surge una oportunidad de trabajo fuera del lugar de residencia, surge la preocupación por el destino del piso y por dónde se va a vivir. Eso hace que el mercado de trabajo sea ineficaz. Hay que mejorar el mercado de alquileres.
¿Puede concretar cuál es la propuesta del Círculo de Empresarios?
Simplificar las modalidades de contratación, con un contrato único para los nuevos y, en caso de ser despedido, que las indemnizaciones fueran aumentando. La media de indemnización por año trabajado es de 20 días en los países con los que competimos. Queremos políticas de empleo activas y no sólo pasivas, como poner encima de la mesa la prestación para el tercer año de paro. No nos parece mal que se dedique dinero a este tema, pero se debería dedicar más a formación para mejorar la empleabilidad de los parados, para que vuelvan al mercado de trabajo. También queremos que haya mejoras en la intermediación.
¿Significa que el Inem debe tener mayor protagonismo?
En Austria, el organismo público intermedia con éxito en el 98% de las ofertas de empleo. El Inem en España apenas cubre el 3% de las ofertas, hay mucho recorrido y se necesita poner en competencia al Inem con otros intermediadores, como las empresas de trabajo temporal. También debe haber cambios en cuanto a la negociación colectiva, que fuera de manera independiente, empresa a empresa, no sirve el chocolate para todos; y hay que ir hacia negociaciones individuales, a medida de la compañía.
¿Han tenido oportunidad de presentar estas sugerencias al Gobierno?
El actual presidente del Gobierno no ha recibido a la junta directiva del Círculo en estos cinco años. Lo hemos pedido en repetidas ocasiones, pero es el único presidente que no nos ha recibido. Varios ministros sí han estado con nosotros, y el presidente también estuvo, pero antes de ser elegido en 2004.
¿Y es una voz que Rodríguez Zapatero deba escuchar?
Somos un colectivo que existe desde hace 32 años y que representa a 220 empresarios de toda España, que aportan el 14% del PIB español y emplean a más de 600.000 personas. El Círculo de Empresarios intenta hacer una crítica constructiva; no vamos en contra de nadie, sino que aportamos ideas para mejorar la competitividad de las empresas, la educación, la financiación de comunidades autónomas y ayuntamientos, defendemos una sanidad sostenible y todos aquellos temas con los que creemos que podemos ser más productivos y más competitivos.
Hoy (la entrevista se realizó el pasado martes) se han conocido los datos del paro, 24.741 desempleados menos en el mes de mayo. ¿Hay motivo para el optimismo?
El debate político es de tal acritud que es difícil interpretar, porque ni es tan bueno como dice el Gobierno ni es tan malo como dice la oposición. Intentando ser ecuánime, el dato es bueno y nos alegramos de ello, pero es un dato donde interviene un elemento como es la estacionalidad, las contrataciones de cara al verano. Además, nos hemos gastado 8.000 millones de euros en los Ayuntamientos con el fin de que generen mano de obra. Por tanto, es empleo coyuntural, y salvo que busquemos otra ubicación volverán al paro. Ahora hay que pensar qué se hace para que esas personas no vuelvan al paro y que se puedan reconducir a otros sectores. ¿Dónde están los sindicatos?, sólo se preocupan de la paz social y deberían estar volcados también en lo que se hace para que los más de cuatro millones de parados que hay en este país vuelvan al mercado laboral. Además, cuando todos se aprietan el cinturón se sube el 3% el salario a los funcionarios. Hay una injusticia tremenda.
El Gobierno dice ahora que hay que cambiar el modelo productivo.
La construcción seguirá siendo uno de los motores de la economía española, pero no debe ser el principal. Hasta ahora suponía el 11% del PIB, y lo normal sería reconducir la situación a la mitad. El problema es que supone perder muchos puestos de trabajo y, si a esas personas no se les da la formación adecuada, vamos a tener un incremento del paro estructural. En la construcción tenemos que hacer las cosas mejor de lo que las hemos hecho para ser más eficientes, de más calidad y más barata.
Qué medidas se deberían tomar para fomentar el espíritu emprendedor en este país?
El problema es que muchos emprendedores se han quedado en pymes; otros han prosperado sobre todo en los sectores de la distribución y textil. Habría que conseguir que los poderes públicos pusieran el marco, realizaran un planteamiento de incentivos fiscales a quien quiera montar una empresa, crear una patente o empleo. Son necesarias las pequeñas cosas para animar a los emprendedores.
Ustedes han realizado varios estudios en los que apuestan por una reforma de la educación.
Creemos que desde la enseñanza primaria hay que promover ciertos valores, el esfuerzo individual, la responsabilidad, el respeto al profesor. Desde pequeño te deben enseñar el valor del trabajo diario, la responsabilidad, a hablar en público, a ayudar a otros, el manejo de idiomas y a resolver problemas. Además, tenemos un problema añadido que es la presión social para ir a la universidad aunque no se quiera, eso tiene un coste para la sociedad y una frustración para el alumno que abandona. Presido una empresa Abantia-Ticsa, dedicada a ingeniería, montaje y mantenimiento industrial de más de mil empleados en la que necesitábamos a 60 soldadores de precisión en entornos hostiles y los tuvimos que traer de países del Este. España no se puede permitir infravalorar la formación profesional.
"La culpa de la crisis es de todos"
Confiesa que le ponen nervioso las palabras grandilocuentes, aquellas que provienen, por ejemplo, de los que anuncian que es el momento de reinventar el capitalismo. Toma aire antes de responder. "España vive una crisis doble. Por un lado, la inmobiliaria, que se ha venido larvando desde hace unos años y aquí se ha hecho oídos sordos cuando algunos como Caruana Jaime Caruana, anterior gobernador del Banco de España lo anunciaban, y luego está la crisis internacional, que también nos afecta".Cuando hay que señalar al origen de la crisis advierte que nadie se salva. "La culpa hay que repartirla entre todos. Ha habido dinero barato, se han endeudado las familias, las empresas; las agencias de rating han hecho un trabajo manifiestamente mejorable, los directivos han mirado el corto plazo, las entidades financieras han concedido créditos con criterios no tan estrictos como deseables. Los errores han sido muchos y ahora toca aprender de ellos, aunque lamentablemente la memoria es de plazo corto". No vaticina ninguna fecha de recuperación. "Lo importante es saber si salimos reforzados o debilitados. Me preocupa que digan que Estados Unidos saldrá la primera de la crisis y después Alemania, y que nosotros saldremos después. No debería haber mucha diferencia entre los primeros y nosotros". Entre otras razones, "porque esos países tendrán mayor inflación y el BCE subirá los tipos de interés, y ahí estaremos en desventaja".En cuanto al tema energético, adelanta que sería bueno, antes de demonizar la energía nuclear en beneficio de las renovables, explicar lo que cuestan una y otras.