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Trabajo

Las ETT como puente para la inserción laboral

Los inmigrantes constituyen un colectivo con rasgos laborales diferenciados. Desde el primer trimestre de 2005, y gracias a la introducción de una nueva metodología de recogida y tratamiento de datos, la Encuesta de Población Activa (EPA) contempla la nacionalidad de los trabajadores como variable laboral determinante. En el segundo trimestre de 2006, según datos de la EPA, la tasa de actividad de la población extranjera (77,5%) supera con diferencia la de los españoles (56,1%).

A pesar de estos datos, la tasa de desempleo para el colectivo inmigrante es cuatro puntos superior a la española. En concreto, la tasa de paro en el segundo trimestre de 2006 fue del 8,03% para los nacionales frente al 11,96% correspondiente a los extranjeros. Además, si esta tasa descendió un 1,75% para el conjunto del país, según datos del Servicio Público de Empleo, en agosto aumentó un 20,64% para el colectivo inmigrante. Según la EPA el paro inmigrante ha aumentado de forma muy destacable en el 2006.

Estos datos, incluidos en un informe por el Centro de Predicción Económica de la Universidad Autónoma de Madrid (Ceprede) junto con la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett) establecen que este fuerte incremento se debió, indirectamente, al agotamiento de los efectos del proceso extraordinario de regularización del pasado año, ya que muchos de los contratos de entonces no se han renovado. Los efectos en el gasto social en concepto de prestaciones por desempleo no se han hecho esperar.

Sin embargo, los expertos aseguran que estas cifras no son indicativas de una saturación del mercado laboral español, sino de que aún queda camino por recorrer a favor de una adecuada gestión de las necesidades de contratación del país. De hecho, y según la valoración de expertos, España necesitará 800.000 trabajadores inmigrantes hasta 2015 para cubrir la demanda laboral, especialmente en el marco del actual modelo económico, intensivo en mano de obra.

'El mercado laboral nunca está saturado, ni aquí ni en el resto de Europa. Y se necesita el trabajo de los inmigrantes, pero hay que hacerlo deforma regulada y ordenada para que sea positivo', afirma Francisco Aranda, secretario general de Agett.

Soluciones

Del estudio se desprende que resulta fundamental una gestión eficiente y ordenada de los flujos de mano de obra inmigrante, llevada a cabo por operadores que aporten garantías, haciendo hincapié en el reclutamiento, selección, formación y, en definitiva, de la contratación en origen. Los expertos declaran que de esta manera podría frenarse la afluencia de personas en situación ilegal, los problemas derivados de los contingentes (que los inmigrantes no cumplan los requisitos solicitados por las empresas) y finalmente la generación de economía sumergida.

Aranda señala que entre las principales ventajas de las empresas de trabajo temporal (ETT) se encuentran la rapidez y la eficacia a la hora de encontrar trabajo. 'Se tiene que dar unas garantías a los trabajadores y se ofrecen trabajos de calidad', declara.

Además, los datos proporcionados por el informe indican que un tercio de los contratos de puesta a disposición -los que se realizan entre la ETT y la empresa contratante- se convierten en contratos indefinidos dentro del primer año de relación laboral, pudiendo suponer un puente hacia el empleo estable.

Agett ha ofrecido su colaboración al Gobierno para agilizar los procesos de contratación en origen, actuando de intermediaria entre los inmigrantes y las empresas españolas. El Gobierno, por su parte, estudia la posibilidad de dar permisos temporales de trabajo a los inmigrantes irregulares hasta el momento de su repatriación.

Uno de los problemas del colectivo inmigrante es que en muchas ocasiones los títulos correspondientes a la formación que han obtenido en su país de origen no se pueden convalidar debido a los numerosos trámites burocráticos -sobre todo en el caso de titulaciones universitarias- y se ven obligados a realizar trabajos que no se corresponden con su formación académica. Según las cifras proporcionadas en el informe, el nivel formativo de la población extranjera es superior a la española. Así, si el 54,7% de los no nacionales poseen estudios de la segunda etapa de educación secundaria o superiores, los españoles en la misma situación eran el 40,3% (datos de la EPA del segundo trimestre de 2006).

El principal resultado de esta situación consiste en que del 29,1% de los puestos gestionados por ETT, correspondiente a los puestos ofertados que precisan una cualificación media o alta, los inmigrantes sólo acceden al 19,8%. Para los puestos que requieren una baja cualificación sucede lo contrario. Estos trabajos suponen el 70,9% del total de las gestiones, pero el porcentaje asciende para el caso de los inmigrantes al 80,2%.

'Estamos diciéndole a la Administración que agilice la convalidación de los títulos, tanto universitarios como de formación profesional, puesto que es muy complicada y de suma importancia para la correcta inserción laboral de este colectivo', señala Francisco Aranda, secretario general de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett).

La agricultura, la limpieza y la hostelería son algunos de los sectores que presentan un mayor número de contrataciones a inmigrantes. Sin embargo, 'depende mucho de la zona geográfica o la época del año. No hay un nicho sólo para inmigrantes' afirma Aranda.

Los expertos aseguran que en ningún momento se ha producido una saturación del mercado laboral, sino todo lo contrario. El trabajo de los inmigrantes constituye una parte importante del Producto Interior Bruto y resulta necesario para la economía española. La agilización de las convalidaciones de los títulos extranjeros supone una asignatura pendiente.

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