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Análisis

El capital público todavía no despeja el camino del crédito

Las inyecciones del FROB distan de ser equivalentes a la creación de una banca pública.

El capital público se ha confirmado como la tabla de salvación de las cajas de ahorros españolas con déficit de capital. Tras el reciente endurecimiento de los requisitos de solvencia de las entidades financieras, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) asumirá más de la mitad del déficit de capital detectado en las entidades de ahorro, por un importe de 14.077 millones de euros. Una cifras que, tras la desintegración de Banco Base en esta semana, se antoja como provisional e incluso insuficiente, teniendo en cuenta que la Caja de Ahorros del Mediterráneo afronta ya en solitario una necesidad de recapitalización de 2.800 millones de euros, según lo solicitado al FROB, mientras su futuro se debate en la cuerda floja, entre la intervención del Banco de España o la venta directa a un banco.

Más de dos años después del estallido de la crisis financiera, el FROB tiene aún pendiente desempeñar su papel más activo en el rescate del sistema, con la inyección directa de capital, nacionalización parcial mediante. La entrada de dinero público en las entidades necesitadas supondrá de hecho una pérdida de soberanía en la gestión, aunque el capital público no va a implicar el resurgimiento de una banca pública en España. "El Banco de España va a ser más estricto en el riesgo de crédito. La prioridad en las cajas en las que entre el FROB será el saneamiento de la deuda, replegarán su política comercial y con ello, el crédito", apunta Carlos Orduña, presidente de Economistas Asesores Financieros. Para Prosper Lamothe, catedrático de economía Financiera de la Universidad Autónoma de Madrid, "si se inyecta capital público, es porque no queda más remedio. El FROB intentará que esas entidades compitan como una entidad privada más y eso no va a estimular el crédito".

En la presentación del decreto por el que se endurecen los requisitos de solvencia de la banca, el Gobierno argumentó la necesidad de dar la máxima transparencia al sistema para así propiciar que el crédito vuelva a fluir. Pero el propio sector reconoce que, ya sea por la debilidad de la demanda como por los propios problemas que todavía tienen pendientes las entidades financieras, la maquinaria de la financiación a empresas y particulares aún tardará en ponerse en marcha, al menos hasta el próximo año. En este sentido, Carmen Ansótegui, profesora de Finanzas de Esade, apunta que "hay entidades con verdaderos problemas para conceder más créditos y otras que no lo conceden por miedo, por precaución. Están atesorando liquidez para afrontar el vencimiento de depósitos y en previsión de que puedan surgir nuevos problemas en los mercados". El actual proceso de transformación de las cajas de ahorros en bancos también añade incertidumbre a la concesión de créditos a particulares. Tradicionalmente, las cajas ocuparon la parte del pastel crediticio que no cubrían los bancos. En parte, por su fuerte implantación regional, que las convirtió en las principales financiadoras de sus áreas geográficas de influencia, y en parte porque "nacieron para eso", según añade Ansótegui. La pérdida de su naturaleza jurídica podría suponer el riesgo de exclusión financiera de determinados segmentos de población. Aun así, "las cajas no son bancos públicos y en algunas, la gestión ha sido nefasta", reconoce la experta. Una vez saneado, el futuro sistema financiero deberá por tanto buscar un nuevo punto de equilibrio entre el rigor en los riesgos y la concesión de créditos.

El Banco de España vigilará el riesgo en las cajas que reciban ayuda

Más de una década para volver al dinero del estado

AçO 1998 Privatización de Argentaria En ese año concluyó el proceso de privatización de la entidad, que había comenzado en 1993. Con su traspaso a manos privadas, se puso prácticamente punto y final a la presencia de banca pública en el sistema financiero español. En 2000, después de dos años de andadura como entidad privada, Argentaria se fusiona con BBV.AçO 2008 Crisis de Lehman Es el punto de partida de la crisis financiera de la que aún no ha logrado salir el sistema financiero español. Los excesos de Lehman Brothers con los productos vinculados a hipotecas subprime no salpicaron a la banca española, que ha pasado sin embargo por su calvario particular a causa de los riesgos asumidos en el sector inmobiliario. Estos riesgos han desencadenado precisamente la fuerte reconversión de las cajas de ahorros.AçO 2009 Creación del FROB El Gobierno aprueba en el mes de junio la creación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), un vehículo dotado con hasta 99.000 millones de euros y que servirá para capitalizar a las entidades financieras con problemas. En la primavera de ese año, el Banco de España interviene la Caja de Castilla-La Mancha, la primera entidad en caer a consecuencia de la crisis.AçO 2010 Fusiones de cajas El sector de cajas de ahorros inicia una profunda transformación. El año comienza con 45 entidades de ahorro y concluye con 17. El Banco de España apremia a las fusiones, en su mayoría virtuales para superar los obstáculos políticos propios de las uniones interregionales. En mayo, el Banco de España interviene Cajastur.AçO 2011 Recapitalización definitiva El proceso de fusiones no basta para devolver la confianza al sistema. El FROB modifica su naturaleza y pasará a inyectar capital como un inversor privado más, a cambio de derechos políticos y un lugar en el consejo de administración.

La cifra

14.077 millones de euros es el déficit de capital de las cajas estimado por el Banco de España, si bien tras la ruptura de Banco Base y la separación de la CAM se prevé sea superior.

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