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Ofrecen una rentabilidad del 4,75%

El bono catalán atrae ya 3.500 millones

La cuantía media de las peticiones está entre 10.000 y 20.000 euros.

El bono catalán atrae ya 3.500 millones
El bono catalán atrae ya 3.500 millonesEFE

Los bonos a un año con un 4,75% de rentabilidad emitidos por Cataluña como última vía para financiarse están causando furor. Si en cuatro días la demanda detectada por las entidades colaboradoras superó el volumen inicial previsto, de 1.890 millones de euros, al cumplirse una semana de su comercialización las peticiones han superado incluso la ampliación a 2.500 millones aprobada por la Generalitat. Este viernes, según fuentes financieras, las peticiones recibidas superaron la cuantía de 3.500 millones de euros.

Los interesados, no obstante, podrán seguir solicitando bonos hasta el próximo 12 de noviembre. Será a partir de entonces cuando se aplique el sistema de prorrateo, que favorecerá a los pequeños inversores. Así, según el número de peticiones recibidas en cada entidad colaboradora, y el volumen de éstas, se establecerá una cifra de salida desde la que repartir equitativamente. Aunque todos los demandantes podrán beneficiarse de esta oportunidad, quienes hayan solicitado el mínimo, 1.000 euros, tienen prácticamente garantizada su adquisición, y quienes hayan ido a por el máximo, dos millones de euros en papel de la Generalitat, tendrán que conformarse con mucho menos.

"Hay de todo, desde peticiones institucionales de gran calibre hasta los ahorros de los más pequeños inversores", avanzan desde una de las 23 entidades colaboradoras. Parece, no obstante, que abundan los segundos. Según las firmas consultadas, las suscripción media está en la banda baja del rango disponible, entre los 10.000 y los 20.000 euros.

El atractivo de la oferta catalana no sólo supone una durísima competencia a los depósitos de la banca, sino que abre una importante distinción entre las entidades que lo comercializan y las que no. Las primeras recibirán de la Generalitat un 3% en comisiones: un 1% por el aseguramiento más otro 2% por la comercialización. Para las que no participan en la operación, la desventaja es doble. Primero porque no verán compensados con semejantes márgenes de beneficio las fugas de ahorros que puedan darse desde sus cuentas hacia estas emisiones. Y segundo porque la compra de bonos exige una vinculación mínima -al menos una cuenta corriente- con una entidad colaboradora, que intentará que el inversor termine confiándole sus ahorros. De hecho, algunas compañías colaboradoras, como Ahorro Corporación, ya recomiendan a sus clientes una combinación de bonos y fondos de inversión para aprovechar el tirón de la deuda catalana.

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