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Productos de inversión

Opciones para cambiar el colchón por el banco

Las entidades rivalizan por el ahorro disponible. El horizonte de la inversión, el perfil de riesgo y la fiscalidad determinan la elección del producto.

En tiempos de crisis, el ahorro en productos de inversión queda reservado para los bolsillos más holgados, aquellos que después de pagar la hipoteca aún pueden pensar en cómo rentabilizar al máximo el resto de la renta familiar. La banca despliega sus mejores ofertas para captar el ahorro de los clientes más solventes, aunque el actual entorno de tipos de interés en mínimos históricos no deja demasiadas opciones. Si se pretende obtener una rentabilidad notable, es necesario apostar por la renta variable, con sus inevitables dosis de riesgo, ya sea a través de fondos de inversión o con la compra directa de acciones.

Y si los objetivos de rentabilidad son más modestos y el cliente es más conservador, los depósitos son refugio seguro y el momento, el propicio, puesto que bancos y cajas están en la actualidad intensificando la competencia -y con ello mejorando sus ofertas- para captar recursos con los que financiarse.

Junto al objetivo de rentabilidad, el horizonte de la inversión será otro de los factores que incline al ahorrador hacia un producto de inversión u otro. Así, la planificación del ahorro de cara a la jubilación encontrará un claro aliado en los planes de pensiones pero si, por el contrario, el cliente busca una inversión a corto plazo, deberá optar por la Bolsa o, en un ámbito mucho más conservador, por un depósito de corta duración.

La liquidez es otro de los elementos determinantes. El ahorrador deberá tener presente en qué condiciones puede recuperar el dinero que ahora deposita en un producto de inversión. Es decir, si es posible el reembolso anticipado y con qué coste. Y además de las preferencias de rentabilidad y riesgo, del horizonte de inversión y de las condiciones de liquidez del activo financiero, la fiscalidad será otro de los factores que entren en juego al tomar una decisión. Los rendimientos del ahorro tributan al 19% por los primeros 6.000 euros y al 21% por la ganancia que supere esa cifra, si bien hay productos financieros con un tratamiento fiscal especialmente favorable, como los planes de pensiones o los seguros de ahorro.

Los depósitos a plazo son el producto de ahorro predilecto de los españoles. Según datos del Banco de España, el ahorro en efectivo y depósitos bancarios ascendía al cierre de 2009 a 819.535 millones de euros, frente a los 160.933 millones de euros en fondos de inversión -con los últimos datos del mes de marzo- o los 52.043 millones de euros en planes de pensiones del sistema individual en el mes de febrero.

La inversión en depósitos está asegurada por el Fondo de Garantía de depósitos por un máximo de 100.000 euros por entidad y ahorrador, una cobertura que se elevó con el estallido de la actual crisis financiera, que hizo temer en los mayores momentos de pánico por la estabilidad del sistema bancario. Pero si la inversión en depósitos tiene un punto débil es el reducido nivel de tipos de interés -en el 1% en la zona euro-, un obstáculo que sólo queda compensado en parte por la fuerte rivalidad que mantienen las entidades financieras. Así, al hilo de los recortes de tipos, la rentabilidad media de los nuevos depósitos a plazo ha menguado desde el 4,18% de diciembre de 2008 al 2,04% de febrero de este año. Sin embargo, es posible encontrar ofertas al 4% TAE a doce meses, aunque a cambio de ciertos requisitos.

Santander, su filial de internet Openbank, y Sabadell son algunas de las entidades que ofrecen el 4% a un año. Santander exige un importe mínimo elevado, de 25.000 euros, con fuertes requisitos de vinculación con el banco. Sabadell establece una imposición mínima de 600 euros por ese 4%, a cambio de contratar también un seguro de hogar y de vida y un plan de pensiones.

En términos generales, una generosa aportación y un compromiso de vinculación con el banco -con la contratación de productos adicionales como seguros, fondos de inversión o planes de pensiones- son garantía para optar a los depósitos más rentables del mercado, ahora con un tope de remuneración del 4% a doce meses. El cobro de intereses por anticipado o la posibilidad de cancelación antes del vencimiento son algunos de los rasgos que también sirven para primar unos depósitos sobre otros. Y para ver hasta dónde puede llegar la generosidad de las entidades con tal de captar o retener a los clientes más solventes, bastará con darse un paseo por las oficinas bancarias en busca de la mejor oferta, más abundantes entre los bancos que en las cajas, con menos margen de maniobra por lo general para retribuir el pasivo

Algunos productos híbridos destinan la mitad del capital a una imposición a plazo, con rentabilidades superiores a las del depósito a plazo tradicional, y la otra mitad, a un fondo de inversión. De hecho, los fondos de inversión son el vehículo con el que intentar apurar una rentabilidad superior a la de los depósitos, aunque no en su versión más conservadora. Así, los fondos monetarios y los de renta fija a corto plazo no auguran rentabilidades muy superiores al 1%. La búsqueda de ganancias pasa por la renta fija a mayor plazo, en especial renta fija privada, y por la introducción de dosis de renta variable en las carteras, a pesar de que el mercado sigue mostrando su extrema vulnerabilidad a la crisis económica y, más recientemente, a los graves problemas financieros de Grecia.

Con los últimos datos de Inverco, la rentabilidad media de los fondos de inversión en el último año es del 5,2%, con contrastes que van desde el 0,97% de los fondos monetarios al 36,5% de los fondos de Bolsa estadounidense. Para no arriesgar demasiado, los gestores recomiendan la combinación de fondos con distintos grados de riesgo, en función del perfil del cliente. Además, es posible cambiar de un fondo de inversión a otro sin tributar por las plusvalías, por las que se rinde cuentas ante Hacienda sólo en el reembolso.

Desde el punto de vista fiscal, su atractivo es indiscutible. Las aportaciones a planes de pensiones deducen directamente de la base imponible del contribuyente, con un máximo de 10.000 euros anuales para los menores de 50 años y de 12.500 euros a partir de esa edad.

Esta ventaja fiscal es precisamente la que refuerza su condición de producto para el ahorro a largo plazo, aunque en el momento del rescate la tributación quede en desventaja frente a otros productos de inversión. Así, lo ganado se gravará al tipo marginal del contribuyente -entre el 24% y el 43%- y no al 19% ó 21%. La falta de liquidez es otro rasgo del plan de pensiones, que sólo puede rescatarse en la jubilación o en situaciones excepcionales como invalidez, fallecimiento o desempleo de larga duración.

Vista su fiscalidad y su iliquidez, la razón de ser de este producto es la inversión a largo plazo, de cara a la jubilación. En el último año, la rentabilidad media ponderada de los planes de pensiones ha sido del 8,49%. Pero si se retrocede tres años, la ganancia se torna en una pérdida media del 0,6%, consecuencia del último zarpazo bursátil.

Entre el horizonte de inversión a largo plazo que proponen los planes de pensiones y el horizonte más inmediato de los depósitos, existe un espacio intermedio que ocupan los seguros de ahorro. Los plazos de este producto oscilan entre los cinco y los siete años, un periodo que convierte a los seguros de ahorro en una alternativa válida para los inversores más próximos a la jubilación. En tal caso, la fiscalidad resulta especialmente atractiva si se cobran en forma de renta vitalicia, más ventajosa cuanto mayor es la edad del tomador del seguro de ahorro. Y si se cobran en forma de capital, la tributación es común al resto de rendimientos del ahorro: 19% ó 21%.

A diferencia de los planes de pensiones, la aportación a un seguro de ahorro no es deducible. Tampoco lo son las aportaciones a los denominados planes individuales de ahorro sistemático (PIAS), que en cambio sí liberan a su titular del pago de impuestos si rescatan el producto al cabo de al menos diez años y en forma de renta.

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