El Ibex pierde el 4,6% en la semana

Llegó el momento de reflexionar. Después de una subida del 38% desde los mínimos de marzo, los mercados se han tomado un respiro esta semana al calor de unos datos económicos que no acaban de despejar el camino de la recuperación económica. Los inversores necesitan más claridad y a la espera de una mayor visibilidad han optado por las tomas de beneficios. El Ibex ha perdido el 4,57% en la semana, el peor registro desde principios de marzo, para volver a entrar en terreno negativo en el año. En otros mercados el Euro Stoxx ha caído el 3,99%; el Dow Jones, un 3,57%, el S&P 500, el 4,99% y el Nasdaq ha cedido el 3,38%.

"Todavía hay mucha incertidumbre tanto en la economía como en las empresas. La caída es lógica tras la fuerte recuperación. No creo que volvamos a los mínimos pero las empresas todavía se muestran muy prudentes y hay poca visibilidad", explica Sara Herrando, de Norbolsa. "Hay un consenso generalizado de que la economía está ralentizando el deterioro. Es factible que la caída sea menos brusca pero todavía no hay síntomas de recuperación. El consumo es básico en EE UU y que tanto en marzo como abril haya caído es clave", explica Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities.

Los indicadores económicos publicados esta semana han vuelto a poner en duda el calendario de recuperación económica y precisamente una de las mayores decepciones la dieron ventas minoristas de abril en EE UU. Cayeron un 0,4% cuando se esperaba un retroceso del 0,1%, un dato que aleja el optimismo suscitado en febrero por la mejora de este indicador, dado que el consumo representa más de dos tercios del PIB del país.

No ha sido el único dato que ha hecho tambalear el reciente optimismo. El repunte de las solicitudes de subsidio de desempleo o la mayor caída de precios en EE UU desde 1955 en abril -el IPC cayó el 0,7% en tasa interanual- fueron otros indicadores que tuvieron que sopesar los inversores, junto con el deterioro del PIB de la zona euro, dato que mostró un deterioro del 2,5% en el primer trimestre frente al 2% previsto.

Las dudas que suscitaron estos datos se vieron contrarrestados por otros algo más benignos como la caída menor de lo espera de la producción industrial en EE UU -bajó el 0,5% en abril frente a la caída del 1,7% de marzo- o la mejora del índice de confianza de la Universidad de Michigan -mejoró a 67,9 desde 65,7-. Eso sí, lo más escépticos también hicieron hincapié entre la dicotomía entre los datos y la realidad. "El nivel de capacidad utilizada está en mínimo histórico y la encuesta de Michigan refleja que aunque el consumidor reconoce que la situación económica mejora, al mismo tiempo no tiene intención de aumentar el consumo dado el empeoramiento de su situación personal", añade Fernández-Figares.

A la espera de ver si los mercados han llegado demasiado lejos a la hora de recoger las expectativas de recuperación económica, los inversores optaron por la prudencia esta semana. El viernes, el Ibex (-0,06%) cerró prácticamente plano, después de cuatro sesiones consecutivas de pérdidas en una sesión marcada por el vencimiento de futuros y opciones sobre el Ibex y la ausencia de algunos inversores por la fiesta de San Isidro en Madrid. En total se movieron 3.622,9 millones de euros, una cifra muy inferior a la media diaria de mayo de 4,829 millones de euros.

La caída de la Bolsa española provocó que dejara el balance anual en una caída del 2,36%. Los retrocesos semanales de Telecinco (-13,4%), ArcelorMittal (-9,4%) y la banca -motor de la subida reciente- fueron los principales lastres. Popular cayó el 9,04%, BBVA perdió el 7,87%, Santander, un 7,38% y Banesto, el 6,75%.

En Wall Street, la indecisión también se notó la última sesión de la semana. Los inversores sopesaron unos indicadores económicos mixtos -el IPC, producción industrial y encuesta de Michigan- y el anuncio de que General Motors cerrará 1.100 concesionarios. Al cierre, el Dow Jones bajó el 0,75%, el Nasdaq el 0,54% y el S&P 500 el 1,14%.