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Para invertir

Estrategias de inversión para un escenario de tipos al alza

Bonos ligados a la inflación, empresas capaces de trasladar precios, activos tangibles y 'commodities'.

La reacción experimentada por los mercados el pasado lunes, con pérdidas superiores al 2% en todas las grandes plazas financieras de Europa, fue una buena muestra de que la recuperación lograda hasta ahora es frágil y que el mercado puede darse la vuelta en cualquier momento. Hace un año, Europa vivió una gran crisis en la que llegó a hablarse de fractura del euro a la luz del colapso de Grecia. Tras Irlanda, la caída de Portugal parecía poner punto final a la crisis de deuda soberana, pero el hecho es que la historia no ha terminado todavía. El rescate de Portugal no está cerrado aún, máxime después de la victoria electoral de la ultraderecha en Finlandia. La rentabilidad exigida a la deuda griega ha abocado al Tesoro heleno a emitir a solo tres y seis meses, un carrusel constante de subastas de difícil viabilidad a futuro. Para complicar la situación, la trayectoria de la inflación ha hecho saltar las alarmas en el BCE, que ya ha subido los tipos (del 1% al 1,25%). El IPC armonizado de la zona euro se situó en marzo en el 2,7%, muy por encima del objetivo de estabilidad, fijado en el 2%. Las dudas sobre la capacidad de EE UU para atajar su creciente déficit, expresadas esta misma semana por Standards & Poor's, y el renovado brío del petróleo complican el panorama para el inversor. Se impone una estrategia prudente.

1. Renta variable. La presentación de resultados será la clave que puede marcar la evolución de la Bolsa en las próximas semanas. JP Morgan ha elaborado una lista de compañías que potencialmente pueden recibir un buen impulso a raíz de su presentación de cuentas del primer trimestre. Entre esos valores destacan Santander, Acciona, Volkswagen, Deutsche Börse, Bayer, Metro, TUI, Henkel, Antofagasta y Tesco. Limitándose exclusivamente al mercado español, las empresas que ofrecen una mayor rentabilidad por dividendo son Telefónica (8,6%); Santander (7,4%); BBVA (7,2%); BME (7,15%), Ferrovial (6,5%) y FCC (6,5%). En cualquier caso, en un entorno como el actual "lo aconsejable es invertir en empresas que tengan la capacidad de repercutir a los consumidores el encarecimiento de los precios", explica Santiago Churruca, director de inversiones de DB Private Wealth Management. El mejor ejemplo son las concesionarias. Para Banca March, la mejor apuesta en Bolsa son empresas que se beneficien de entornos inflacionarios, como son compañías energéticas, de materias primas, de alta tecnología y las de telecomunicaciones.

2. Renta fija. La coyuntura actual no es la mejor para apostar por deuda soberana. "Nuestro escenario es de consolidación de recuperación económica global, presiones inflacionistas, riesgos asociados a retirada de políticas monetarias cuantitativas y déficit públicos, lo que constituye un entorno desfavorable para la deuda soberana de los países desarrollados, justificando su infravaloración en las carteras", explica el estratega jefe del banco privado suizo Pictet, Christophe Donay. ¿Qué solución puede haber para inversores conservadores? "Lo idóneo sería un fondo que compre bonos ligados a la inflación, pero que puedan cubrir la duración, para que el fondo no se vea afectado por la subida de tipos, como consecuencia de un aumento de la rentabilidad real", explica José Hinojo, del departamento de gestión de activos de Renta 4. Los bonos ligados a la inflación son productos de renta fija en los que el pago periódico del cupón se revisa en función de la trayectoria de la inflación. Lo mismo ocurre con el pago del principal, lo que puede generar el riesgo de minusvalías si la inflación no evoluciona como está previsto. "Aunque lo habitual es que haya un suelo de, como mínimo, el 100%", explica David Méndez, de Société Générale. En Europa, el Estado francés es el precursor de la emisión de bonos soberanos protegidos contra la inflación, que suponen entre un 10%y un 20% de toda su deuda. Italia y Alemania también se sumaron a esta modalidad. "España ha estudiado hacer emisiones. Es una fórmula atractiva para el emisor: al estar cubierta la inflación, la prima de riesgo es menor. Pero el timing ha sido malo para España", completa Méndez. En el sector corporativo, las emisiones con cupones flotantes son muy habituales en las entidades financieras.

3. Petróleo y metales industriales. "En una situación actual, una de las opciones más claras son las materias primas", recomienda Francisco López Ollé, analista de XTB. En los últimos meses se ha vivido un ascenso impresionante de los precios de todas las commodities, impulsadas por el petróleo y la fortaleza del consumo en los nuevos países industriales, como China. Así, se espera que la demanda de acero crezca un 6% tanto este año como el siguiente. En consecuencia, los metales básicos también representan una alternativa de inversión interesante. Tras el avance del crudo (más de un 30% en lo que va de año), ahora puede ser el momento de otros productos que se han mantenido rezagados en los últimos meses. Es el caso del aluminio, que se ha apreciado un 10%; el níquel, que se ha encarecido un 6,7%; el plomo, que sube de precio un 2,4%, y el cobre, que se ha abaratado un 2%. Una de las formas más sencillas de invertir en materias primas es a través de los llamados CFD (Contract For Differences). Es un contracto financiero basado en un subyacente, la materia prima a la que se quiera tener exposición. El emisor se compromete con el comprador a liquidar en efectivo la diferencia de precio en el subyacente entre la fecha de contrato y la de vencimiento. "La razón por la que las commodities son un activo tan interesante ahora es porque son ellas las que lideran el impulso inflacionista, es una forma directa de beneficiarse de ello", resume Oliver Stoenner-Venkatarama, economista jefe de AHL, una división de Man Group. Pero el experto aconseja no centrarse solo en estrategias alcistas y propone, por ejemplo, hacer apuestas bajistas en el mercado de bonos.

4. Oro y plata. En tiempos de incertidumbre, uno de los valores refugio más eficaces son los metales preciosos. El oro está cobrando un protagonismo singular, pero hay que prestar especial atención a la plata, que tiene más aplicaciones industriales que el metal amarillo. De hecho, menos de un 10% de la demanda de oro es de carácter industrial. En los últimos 12 meses, el oro se ha revalorizado un 30% y la plata, un 150%. Los especialistas recomiendan no dejarlos de lado. "Los inversores deberían ser conscientes del papel diversificador que el oro y los activos relacionados con él aportan a la cartera, teniendo en cuenta su baja correlación con la renta fija y variable", resume Evy Hambro, gestor del BlackRock World Gold Fund.

5. Alquiler inmobiliario. Una de las fórmulas más sencillas para lograr tener exposición a activos reales en un entorno cambiante es invertir en alquileres inmobiliarios, la renta se actualiza periódicamente y evoluciona en función de cómo vayan los precios.

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