Enero rojo para unas Bolsas cargadas de incertidumbre

Tercer enero consecutivo de fuertes pérdidas para el Ibex. El primer mes de 2010 ha terminado con un recorte del 8,31% para el selectivo español después de que perdiera el 8,11% en el mismo periodo de 2009 y el 12,9% en 2008 con el fraude millonario cometido por Jerome Kerviel, ex bróker de Société Générale, que desembocó en un crac mundial. Las primeras sesiones del año se decantaron por el optimismo, pero según fueron transcurriendo los días la debilidad fue haciendo presas a las Bolsas.

El balance del Ibex es el peor de los principales índices europeos y estadounidenses, pero las pérdidas han sido importantes para todos. El Euro Stoxx se ha dejado el 6,34%; el Dax, el 5,85%; el Cac, el 5% y el Footsie, el 4,14%. Por su parte, el Dow Jones, el S&P y el Nasdaq retroceden el 3,46%, 3,70% y 5,37%, respectivamente. En Asia, destacan los descensos del 8% del Hang Seng y el 3,30% del Nikkei.

El resultado podría haber sido incluso peor si el viernes los mercados no hubieran contado con referencias tan positivas como el crecimiento del PIB de Estados Unidos en el cuarto trimestre del 5,7%, la mejora del índice de confianza de la Universidad de Michigan o la renovación del mandato de Ben Bernanke al frente de la Reserva Federal. El Ibex recuperó en la jornada el 1,09% y el Euro Stoxx, el 1,4%. El S&P cedió el 0,98% tras subir en las primeras horas de negociación hasta un 1%.

En enero, más que la renta variable, el mercado con verdadero protagonismo ha sido el de la deuda. La rebaja de la calificación crediticia de Grecia por parte de Fitch, Moody's y S&P ha disparado la prima de riesgo de los países periféricos con abultados déficit, como es el caso de España, que también recibió la amenaza por parte de S&P al poner la perspectiva de su deuda en negativa. La Bolsa de Atenas se ha dejado un 6,7% en enero y la prima de riesgo llegó a rozar los 400 puntos básicos; la española se situó muy cerca de los 100 puntos básicos. Grecia, además, fue denunciada por la Comisión Europea por irregularidades en las cuentas públicas.

La incertidumbre sobre los déficit que pesan sobre algunos países europeos ha tenido una considerable repercusión también en el euro. La divisa cotizaba el viernes en 1,386 dólares, con una caída acumulada en la semana del 2% y del 3,2% en el mes. El euro también ha ido perdiendo pulso con la batería de positivas cifras económicas que ha ido publicando Estados Unidos y que ratifican que ha iniciado el camino hacia la recuperación. Y así lo corroboró la última reunión de la Fed, que mantuvo los tipos de interés en los niveles actuales, entre el 0% y 0,25%. El BCE también los ha dejado por el momento en el 1%.

El inicio de la temporada de resultados ha dado de todo un poco a los mercados, aunque en general están batiendo las estimaciones. Un 32% de las compañías del S&P ya los han presentado y un 80% han conseguido superar las estimaciones de los analistas, un 13% han decepcionado y un 7% han estado en línea con el consenso del mercado. "Se aprecia una mayor visibilidad de cara a próximos trimestres", señalan en Renta 4.

En España la peor cara es la que ha dado hasta el momento el BBVA, que se deja un 12,8% en enero. El beneficio de la entidad se contrajo un 16% en 2009, mucho peor de lo que esperaban los analistas, tras provisionar 6.572 millones de euros. Santander hará públicas sus cuentas el próximo jueves, pero se ha visto contagiado por su homólogo, de tal modo que ya baja el 10,8% en 2010.

El sector bancario ha sido uno de los peores con el arranque del año. Con una pérdida media del 6,37%, el mercado ha reflejado la cautela que despierta las reforma financiera propuesta por Barack Obama, que acaba de cumplir un año como presidente de Estados Unidos. Obama pretende poner límites a la banca comercial al tiempo que prohibirá que operen por cuenta propia en los mercados.

Más aún han estado perjudicadas las compañías de materias primas, que se dejan un 6,68%. La fuerte escalada que obtuvieron en el ejercicio pasado (101%) y la intención de China de restringir el crédito con el objetivo de evitar burbujas ha cortado la apetencia de invertir en este sector.

El Ibex se ha visto afectado por los tres grandes valores. Ha perdido 997 puntos tras pasar de los 11.940 a los 10.947,70 de la última sesión. El 76% de estos puntos los han restado Santander, BBVA y Telefónica, que ha bajado el 11,04%. La teleco se ha visto afectada en gran medida por la devaluación del bolívar en un 50% aprobada por el Gobierno de Hugo Chávez. Con esta medida, muchos inversores han cuestionado si la compañía será capaz de cumplir con las previsiones de beneficio y con el compromiso de pagar un dividendo de 1,75 euros por acción hasta 2012. El valor, pese a todo, no ha recibido gran cantidad de rebaja de recomendaciones o de precios objetivos.

Y si la situación está complicada para los tres blue chips, también lo está para el resto del Ibex 35, ya que son las que tienen el mayor peso.

El Ibex llegó a los 12.222,50 puntos en los primeros días de enero. Desde este nivel ha bajado el 10,5%. En cambio, la lectura sigue siendo muy positiva para quienes invirtieron en los mínimos de marzo pasado; el selectivo gana aún un 60,5%.

Precisamente, hay analistas que consideran que los descensos obedecen en parte a la salida de inversores que han realizado beneficios.

Pero la Bolsa se adentra en otro mes cargado de dudas y de miedos. Los expertos no descartan más caídas; la situación a nivel técnica es muy crítica. Según la firma financiera Noesis, una vez que el Ibex ha perdido niveles claves como los 11.180 y 11.222 puntos, "debería encontrar apoyo para evitar la vuelta al 10.500. Las cotas de mayor relevancia son los 10.874 puntos y los 10.511 puntos", dicen.

Los analistas prevén que los índices continúen volátiles en espera de cómo vayan los resultados empresariales, y de la respuesta que den las economías a la retirada de los paquetes de ayudas y estímulos financieros. "El entorno macro (recuperación gradual, inflación contenida, bajos tipos de interés) y empresarial (mejora de los beneficios empresariales y mayor visibilidad) deberían servir de apoyo a las Bolsas, a expensas de cómo evolucione el riesgo soberano", explican desde Renta 4.