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Ciencia&Salud

Las empresas de salud siguen la estela de Pocoyó

Una veintena de compañías 'bio' y 'farma' manifiestan su interés en salir al Mercado Alternativo Bursátil en los próximos meses

Las empresas de salud siguen la estela de Pocoyó
Las empresas de salud siguen la estela de Pocoyó

Pocoyó se convertía el pasado año en el símbolo de las nuevas salidas al parqué dentro del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) para empresas en expansión. Zinkia, la compañía creadora de la serie de animación, conseguía así una ampliación del 14% del valor de su capital. Le siguió Imaginarium, que lo logró por valor de un 12% de sus recursos. A estas dos empresas parece que se les van a unir en los próximos meses algunas del sector de la salud, la biotecnología y farmacia.

La patronal Asebio, de empresas de biotecnología, señala como interesadas en cotizar en el MAB a 16 de sus socias: Oryzon Genomics, Bionostra, Biotics, Suanfarma, GP Pharm, IUCT, Neuron Bph, Palau Pharma, Cross Road Biotech, Genetrix, Vivia Biotech, Vivotecnia, Trombotargets Europe, Sistemas Genómicos, Genómica y Noscira. Estas dos últimas pertenecen a Zeltia, presente ya en Bolsa.

La mayoría de estas firmas están en la fase de valoración del momento en el que dar el salto, según confirman a CincoDías las interesadas y los asesores registrados (las sociedades que acompañan a las empresas en el proceso). "Presumiblemente nuestra entrada en dicho mercado se producirá a lo largo de este año", aseveran desde Neuron Bph. "Estamos muy atentos a la evolución de los mercados, para seleccionar el momento más adecuado para plantear esta salida", reconocen en IUCT. "Hoy por hoy estamos centrados en seguir desarrollando la tecnología y llevar a la práctica nuestras investigaciones y resultados, en continuo crecimiento, y no descartamos una salida al MAB en un futuro", aclara un responsable de Vivia.

"Hay dificultades sobre cómo valorar a este tipo de empresas", señalan desde DCM

A este grupo de compañías se les debe añadir la bio gallega EuroEspes y la catalana Medcomtech, que desarrolla productos de ortopedia, traumatología y neurocirugía. Ambas ya han comunicado a la CNMV su intención de cotizar en el MAB, por lo que en los próximos meses se podrían convertir en las primeras en saltar a este mercado. Desde Asefir, asesor registrado ante Bolsa y Mercados Españoles (BME), añaden a la lista a la canaria Seaweed, biotech especializada en algas. "Queremos que el proceso sea bastante rápido, para este semestre", reconoce Carlos Orduña, presidente de Asefir.

El MAB está pensado para empresas en expansión de tamaño medio que necesiten capitalización. Ya hay ejemplos en el mercado de Londres, el AIM, donde cotizan 44 empresas del sector bio y farma, y en el francés Alternext, con 16 firmas. El proceso para acceder puede durar alrededor de seis meses. Pero los asesores registrados reconocen que de la veintena de interesados del sector salud, al final del año estarán cotizando entre dos y cuatro, visto de forma optimista. Ni siquiera creen que en global, en la suma de todos los sectores, este nuevo mercado llegue a 20 valores.

Para las empresas, cotizar en el MAB, según BME, supone notoriedad, prestigio, imagen de marca, transparencia para los inversores sobre las cuentas y de las actividades y, por supuesto, acceso a liquidez.

El caso de las empresas biotech y farma es algo especial. Suelen ser sociedades con una participación de firmas de capital riesgo. Además tienen pocos o ningún producto en venta, ya que la mayoría trabajan en investigaciones a largo plazo (entre diez y doce años puede durar la investigación para lanzar un fármaco). Por eso, necesitan bastantes recursos iniciales. Una vez explorado, y tal vez conseguido el capital riesgo, el MAB se constituye como una buena alternativa para captar fondos. "Es un sector con la espada de Damocles de la financiación. La banca está totalmente seca para la biotecnología", asegura David Carro, socio director general de DCM, asesor registrado que ayuda a dos empresas del sector.

"El problema que tienen es cómo presentan un plan de negocio al sector financiero. Hay dificultades para valorar a este tipo de compañías, muy centradas en desarrollos farmacológicos, pero con muy poco cash tangible, que no justifica el valor real a futuro", explica Carro. "Nos encontramos con dudas sobre cómo se deben valorar las patentes de las compañías", corrobora Orduña.

Al final, según Carro, para tener éxito en el parqué, estas empresas tendrán que acudir al extranjero a por inversores. Además, teniendo en cuenta el contexto de crisis, se verán obligadas a contener las valoraciones, poner más énfasis en las capacidades gerenciales en vez de en las científicas y serán mejor valoradas las que puedan demostrar su capacidad para hacer caja a corto plazo. "Estarán mejor situadas las que muestren contratos, trabajen con las Administraciones públicas, ya generen flujos y tengan un producto más tangible", añade. Eso supondrá una ventaja para empresas con investigaciones más cortas.

Otra de las particularidades del sector se centra en convencer al capital riesgo presente en las compañías de la bondad de buscar una ampliación de capital en el mercado. A estas firmas lo que les interesa es abandonar su participación en la biotech una vez concluido un periodo determinado, pero tal como está la situación financiera, difícilmente podrán acogerse a una oferta pública de venta, es decir, a deshacerse de su parte de la compañía en la Bolsa.

Los inversores que pueden acudir a la ampliación de capital de estas firmas son, básicamente, inversores institucionales, family office y Sicav, asegura Carro. "Más adelante, cuando coticen, el público minorista también se acercará", agrega. A la lista hay que añadir, según Ana Isabel González, analista financiera de Caja Madrid, los fondos internacionales especializados en el sector salud, ya que en España apenas existen. "Hay que abrir el tiro e ir a Europa, donde hay más experiencia en la valoración de estas compañías", corrobora Juan Capurro, socio de Armabex, que asesora a dos empresas en su salida al MAB. Carlos López Casas, presidente de Confivendis, que trabaja para el futuro en la cotización de Oryzon Genomics, afirma que los inversores deberán ser para el largo y medio plazo.

Riesgos y beneficios para el inversor. Acciones muy volátiles

"Son valores que muestran mucho riesgo de cara al inversor", explica Ana Isabel García, de Caja Madrid. La salida a Bolsa supone transparencia. Pero en el caso de estas firmas, muy dependientes de una cartera de productos limitada y en desarrollo, cualquier noticia puede tumbar un valor. El mejor ejemplo es el grupo Zeltia, que cotiza en el mercado continuo. En julio de 2009, la Agencia del Medicamento Estadounidense retrasó la aprobación del Yondelis, su fármaco estrella, para el tumor de ovarios. Eso le supuso a la biotecnológica una caída inmediata del 40% de su valor en la Bolsa de Madrid. "Son extremadamente volátiles", cree David Carro, de DCM. "La transparencia hacia los inversores puede amplificar los éxitos, pero también los fracasos", asegura. "Si un medicamento se cae en fase III, el mercado golpeará en el acto". "Efectivamente, las noticias son tan claves como siniestras en estos casos", añade García. Pero, a cambio, la rentabilidad de esta clase de compañías, cuando los desarrollos son positivos, puede ser muy elevada.Otro de los aspectos abiertos para el inversor se basa en qué va a ocurrir respecto a los beneficios e incentivos fiscales, como sucede en otras mercados europeos. "Es justamente lo que necesitamos para lograr con éxito la cotización de empresas en expansión que buscan la necesaria financiación para desarrollar sus planes de negocio y que, por lo tanto, crean empleo y riqueza", cree Juan Capurro, de Armabex. "Específicamente, el sector biotech se vería muy beneficiado por medidas de este tipo, ya que compensarían la propia complejidad de sus negocios y valoraciones y apuntalarían la ventaja de invertir en proyectos y compañías anticíclicas y poco correlacionados con el PIB español", afirma.

Proceso

Duración: la aprobación de la CNMV puede durar entre cuatro y seis meses.Coste: para las operaciones de cinco millones de euros puede ser de medio millón de euros, menor y más sencillo que en el mercado continuo.Modalidad: como OPV (oferta pública de venta), OPS (ampliación de capital) o listing (sin venta previa de acciones). Los expertos creen que, ante la crisis, las OPV quedarán aparcadas.

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