La empresa que venció a la crisis... de momento
El negocio del sector biotecnológico crece en ventas y gasto en I+D
La investigación española todavía es capaz de hacer frente a la crisis. Aunque no sabemos hasta cuando aguantará". Son palabras de Juan Mulet, director general de Cotec (fundación para la innovación tecnológica) en la presentación de resultados, la semana pasada, del sector de la biotecnología, donde la patronal Asebio anunció unos resultados para el ejercicio 2008 sorprendentemente buenos.
Si se echa la vista atrás, a 2008, se puede comprobar que era el momento en que abiertamente se hablaba de crisis, la construcción estaba paralizada, el PIB empezaba a caer, quebró Lehman Brothers, las colas del Inem se multiplicaban y las empresas denunciaban el cierre crediticio. En ese momento de dura recesión, había un tipo de compañía, la biotecnológica, que sobrevivía mejor que el resto. Y es que el sector, en esos 12 meses, seguía creciendo a un ritmo del 18,9% en cifra de negocios.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), presentados la semana pasada y correspondientes a 2008, la facturación alcanzó 31.101 millones de euros. El empleo también aumentó, un 4,3%, hasta los 108.374 trabajadores, e incluso en momentos de contención de gasto, la inversión en I+D creció un 22,5%, para llegar a los 460 millones.
Su actividad va desde el desarrollo de nuevos fármacos para humanos o animales hasta combustibles
"Somos un motor fundamental para crear un crecimiento sostenible", se muestra orgulloso José María Fernández Sousa, presidente de Asebio. Cristina Garmendia, ministra de Ciencia e Innovación, presente en el acto de la patronal, también ahonda en la importancia estratégica de este tipo de actividad altamente innovadora: "Sufre menos la crisis, por ello es un modelo que queremos generalizar". Pero además quiere destacar "el enorme esfuerzo inversor" que el sector público ha realizado al destinar 958 millones de euros a proyectos de I+D+i en el periodo de 2005 a 2008 en este campo.
"Este país tiene que apostar más por modelos productivos sostenibles como el nuestro, donde la crisis nos está afectando en menor medida que a otros como el ladrillo", cree Fernández Sousa. De hecho, explica, ya son dos las compañías bio que han salido a Bolsa en 2010, a través del Mercado Alternativo Bursátil, como son AB-Biotics y Neuron Biopharma. Pero desde Asebio van más allá y se señala como interesadas en cotizar en el MAB a 16 de sus socias: Oryzon Genomics, Bionostra, Biotics, Suanfarma, GP Pharm, IUCT, Neuron Bph, Palau Pharma, Cross Road Biotech, Genetrix, Vivia Biotech, Vivotecnia, Trombotargets Europe, Sistemas Genómicos, Genómica y Noscira. Una garantía de financiación que muchas otras empresas no pueden conseguir.
Gran parte del éxito del sector proviene de su juventud. La patronal apenas cuenta con 10 años de vida, en expansión después de su big bang. En 2008, ya eran 942 las empresas bio, de las que 305 desarrollan la biotecnología como actividad principal o exclusiva. "Nuestra salud es buena. Nuestra juventud es imponente, lo que nos depara un futuro importante", cree José Luis García, presidente de Sebiot (Sociedad Española de Biotecnología).
El perfil típico de empresa es la creada por uno o varios investigadores, de universidad u organismos públicos, que quieren patentar una innovación y cuentan con la colaboración de capital semilla, préstamos, ayudas de organismos autonómicos, del CDTI o de family, fools and friends (amigos, familia y locos), y que no facturarán en varios años, hasta que desarrollen el producto o vendan su idea a una compañía más grande. Esto hace que el capital riesgo, por ejemplo, si ha visto una buena oportunidad de negocio, haya apostado por la nueva spin-off o firma, independientemente del momento de sequía crediticia. Los expertos señalan que a este tipo de actividad le ha llegado más tarde la crisis, por lo que se deberá comprobar su evolución en 2009.
Su campo de trabajo puede ir desde el desarrollo de nuevos fármacos, para humanos o animales, a biocombustibles o agroalimentación. Y los empleos que crea suelen ser de calidad y de alto valor añadido, gracias a que parte de la plantilla cuenta con licenciaturas o doctorados.
Sousa reconoce que en la actualidad la biotecnología se enfrenta a diversos problemas. "Ha habido cierres de empresas y algún expediente de regulación de empleo", explica. Y señala algunos de los obstáculos a sortear: "Nos afecta el recorte de precios de los medicamentos. También el retraso de pagos de algunas comunidades autónomas, la dificultad del capital riesgo para levantar fondos y debemos reconocer también que no hay mucho inversor". Un obstáculo importante para un sector que necesita de grandes cantidades de dinero para comenzar a funcionar y un largo periodo por delante hasta encontrar la rentabilidad.
Objetivo: salir fuera de España
Por primera vez desde que se presenta el Informe Asebio, las empresas biotecnológicas españolas han marcado como su primera prioridad estratégica internacionalizar sus actividades, por encima de alianzas o lanzar productos al mercado."Aproximadamente un 35% de los asociados de la patronal realizan algún tipo de actividad internacional (un 5% más que el año anterior)", señala el documento. La facturación internacional ya supone un 26% de toda la cifra de negocios global. Los países preferidos son los de la Unión Europea, sobre todo Reino Unido, Italia, Alemania, Portugal y Francia. Tras ellos, EE UU, Canadá, Brasil, China, India o Japón.Incluso ya algunas de estas normalmente pequeñas empresas se han atrevido a abrir sedes fuera de España. En EE UU ya existen 10 filiales (de Alphasip, Biokit, BTI Institute, Progénika, Pharmamar, Neocodex, Integromics, Esteve, Solutex y Thrombotargets).
Patentes. Limitado número de invenciones
El Parque Científico de Madrid ha identificado para la patronal el número de patentes del sector, que alcanzó las 430 innovaciones, un 84% correspondientes a solicitudes y el 16% restante a concesiones ya otorgadas. "El ratio de concesiones respecto a las solicitudes es todavía muy limitado", asegura Antonio Díaz, director general del Parque Científico de Madrid. Según explica este experto, se tiende a patentar mayoritariamente en organismos españoles, pero el ratio de efectividad es mayor en el exterior.Pero Asebio también ha avanzado cómo se encuentra el pipeline o cartera de productos de algunas de las firmas del sector. En la parte de salud, GP Pharm (con el Lutrate), Merck (Atacicept), Palau Pharma (Active y Irist Stents) y Pharmamar (Yondelis para tumores de ovario) ya están en la lanzadera que lleva al mercado sus productos (que pueden tardar hasta 10 años en desarrollarse).Tras ellos, 17 variaciones de biofármacos, que se encuentran en fase III (estudio masivo con cientos de pacientes), de nuevo de Pharmamar, GP Pharm y Merck, pero también de Cellerix, Digna Biotech y Noscira.En la parte de desarrollos médicos y de diagnóstico son ya una treintena de productos, de alrededor de 10 firmas, las que ya se enfrentan al veredicto del mercado.
Índice Asebio 2009. Dificultades para conseguir recursos
La patronal publica cada año un indicador de confianza denominado índice Asebio. En él se valora la opinión de los responsables empresariales y sirve como barómetro de cómo ven la coyuntura. Si es positivo, significa confianza. Negativo, por tanto, señala como más importantes los factores inhibidores.Por quinto año consecutivo, 2009 ha mostrado un índice positivo (del 1,07 frente al 1,42 de 2008). Como los principales problemas que han encontrado los responsables se encuentran las dificultades para conseguir financiación. No hay que olvidar, por ejemplo, que el capital riesgo especializado en biotec, clave para financiar operaciones, es de muy reciente creación y durante el año pasado estos fondos trabajaron para dotarse de capital (como Inveready o Suanfarma).Sobre las dificultades, los directivos también señalan la necesidad de periodos largos hasta que se consigue rentabilizar la inversión y el elevado coste para innovar.Entre los factores positivos destaca la cooperación con clientes, proveedores, universidades y diferentes organismos de investigación.