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Microsoft

Bruselas impide a Gates el control de una firma de derechos digitales

Bill Gates se ha topado de nuevo con la CE. Microsoft, ante las pegas de Bruselas, renunció ayer a hacerse con el control, junto a Time Warner, de ContentGuard, una firma que atesora patentes en gestión digital de derechos.

La empresa de Bill Gates ha tenido que resignarse finalmente a compartir también la inversión con Thomson, que con un 33% igualará la participación de Microsoft y Time Warner. La operación escapa así al control de Bruselas porque ninguno de los tres accionistas controlará ContentGuard, una firma estadounidense especializada en el desarrollo de sistemas de gestión digital de derechos de propiedad intelectual.

La autoridad europea de la competencia cantó enseguida victoria. 'La Comisión Europea considera que con otro accionista clave, Microsoft ya no tendrá posibilidad de imponer en ContentGuard una política de licencias que colocaría a sus rivales en gestión de derechos digitales en una situación de desventaja'.

ContentGuard posee una importante cartera de patentes en un área que está llamada a convertirse en omnipresente en la industria digital. Microsoft y Time Warner compartían hasta ahora el control de la empresa con Xerox. Pero el año pasado decidieron comprar la participación de Xerox, elevando cada una hasta el 48% sus derechos de voto en la firma. La operación, notificada a Bruselas, se topó primero con las objeciones del comisario de Competencia, Mario Monti y, después, con las de su sucesora, Neelie Kroes. Bruselas temía que la nueva adquisición reforzase aún más el monopolio de Gates en el mercado de sistemas operativos para ordenadores. Microsoft, de hecho, ya domina, según la Comisión, la venta de programas de gestión de derechos digitales, los cuales garantizan la transmisión segura en la Red de música, películas, juegos y documentos.

El frustrado control de ContentGuard supone el enésimo tropiezo de la estrategia de Gates en Europa. El más reciente fue la multa de 497 millones de euros con que Bruselas castigó su abuso de posición dominante en el mercado. Además, Bruselas exigió la comercialización en la UE de una versión de Windows sin el programa de reproducción audiovisual MediaPlayer, condición que Microsoft aún no ha cumplido satisfactoriamente. En 2001, la multinacional tuvo que comprometerse con Bruselas a no influir en las decisiones tecnológicas de los operadores europeos de televisión digital. Y en 2003 tuvo que adaptar su programa .Net Passport (para identificación de usuarios en la red) a las exigencias comunitarias sobre protección de datos.

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