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Carrera hacia la casa blanca /2

Cura de urgencia para el sistema de salud

Working Today ha hecho lo impensable: ha rebajado la prima del seguro médico que ofrece a los trabajadores por cuenta propia. Así, su plan de cobertura más popular ha pasado de 286 dólares al mes a 270. Se mantiene, eso si, el copago de 20 dólares que además abona el titular cada vez que va al médico. Las primas de Working Today son muy baratas. Una de las mayores aseguradoras, Aetna, cobra por el mismo plan 456 dólares al mes.

El elevado precio del seguro médico, normalmente ofrecido por las empresas a los trabajadores, convierte a la sanidad en una necesidad de lujo y a su futuro en una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos, ya sean trabajadores, empresarios o políticos encargados de racionalizar el sistema. En el ranking de las preocupaciones de los americanos nunca baja del tercer lugar.

Y es que, en un país en el que la única cobertura pública se ofrece a la tercera edad (con el Medicare) y a los más pobres (con el Medicaid), tiene como primer resultado que en la primera economía del mundo hubiera 45 millones de personas en 2003 sin cobertura sanitaria. Son 1,4 millones de personas más que en 2002 (el 15,6% de la población).

La cifra estará aumentando en 2004 porque el coste de las primas de seguro ha vuelto a subir este año una media del 11,2%, según la fundación Kaiser Family. Esta organización calcula que como media el seguro más popular para una familia de cuatro personas cuesta al año 10.217 dólares (los ingresos medios familiares son 43.318 dólares anuales).

Los expertos dicen que la subida es consecuencia del mayor coste de la sanidad con medicinas cada vez más caras, el coste de la mayor longevidad, el avance de las técnicas médicas que requieren maquinaria muy costosa y una gestión con pocos miramientos de costes. El gasto médico en EE UU se ha multiplicado, en 2002, supuso el 14,9% del PIB. En 1970 era el 7%.

Las subidas de costes han pasado factura al empleo. Según la fundación Kaiser, las empresas que ofrecen seguros han pasado del 68% en 2001 al 63% en 2004 y se han perdido cinco millones de empleos asegurados. Además muchos trabajadores copagan una parte cada vez mayor de éste. Un informe de Laura Tyson, decana de la London School of Business, explica que la sanidad influye negativamente en la creación de empleo y dice que las empresas que peor pagan y no ofrecen seguro son las que crean trabajo.

Para General Motors, el mayor proveedor privado de seguros en EE UU (1,1 millones entre jubilados y trabajadores activos) el coste en salud es de 1.400 dólares por coche.

Para el Estado el problema es mayúsculo. El Medicaid consume al año unos 300.000 millones de dólares, y con el aumento de la pobreza han entrado más beneficiarios. El Medicare ha sido renovado por George Bush añadiendo a la cobertura el pago parcial de las medicinas (una novedad) y dando entrada a empresas privadas. Bush consiguió que el Congreso aprobara la reforma diciendo que costaría no más de 400.000 millones de dólares en 10 años. La última estimación eleva la cifra a 576.000 millones. En sanidad, los costes siempre van hacia arriba.

Dos proyectos alejados del modelo europeo

El ex primer ministro canadiense, Jean Chretien, estuvo la semana pasada hablando con empresarios de Iowa y no pudo evitar criticar el sistema de salud estadounidense: 'En mi país nadie pierde su casa porque haya un enfermo en la familia', uno de los efectos de los costes sanitarios en EE UU.Canadá tiene un sistema estatal universal. Pero George Bush, que critica a John Kerry por querer nacionalizar la medicina 'como ya lo intentó Bill Clinton', no puede estar más alejado del modelo que alaba Jean Chretien.El presidente y candidato quiere promover rebajas fiscales para cuentas de ciudadanos y pymes dedicadas al gasto médico. Además quiere animar a que las empresas se asocien y accedan a un mayor volumen de seguros más baratos. Pero, la mayor preocupación de Bush es la alta litigiosidad en medicina que ha disparado los costes de los seguros de los médicos, marginando a muchos de la profesión, y que repercuten en la factura del enfermo. Los médicos practican una medicina 'defensiva', multiplicando costosas pruebas, para evitar demandas. Bush dice que eso cuesta al sistema 28.000 millones al año.Los planes del candidato demócrata, están a años luz de Canadá o Europa. También quiere recortes fiscales para ciudadanos de menos recursos pero la novedad que aporta Kerry, es la reducción del coste del seguro detrayendo la cobertura de los tratamientos más caros, los de larga duración. El gobierno se haría cargo hasta del 75% de este llamado 'coste médico catastrófico', lo que reducirá el precio de los seguros un 10% al año, según dice. Desde la campaña de Bush se critica que ese supondrá al Estado desembolsar 1,5 billones de dólares en 10 años.

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